Hay muchísimo que ver en Rio de Janeiro pero, al mismo tiempo, la ciudad se ha vuelto indisociable de sus íconos turísticos de forma tal que éstos parecen eclipsar todo lo demás. El Cristo Redentor, las playas de Copacabana, el Pan de Azúcar, son sitios demasiado famosos, al punto que visitarlos implica lanzarse voluntariamente a un hormiguero humano.
Sin embargo, basta para conversar diez minutos con un carioca para darse cuenta que esos son los símbolos for export y que la identidad de Rio pasa por otro lado. Por eso, en esta guía te cuento 15 planes alternativos de cosas que ver y hacer en Rio de Janeiro.
Algunos de los siguientes atractivos son, digamos, turísticos, pero lado B: parte de un circuito urbano-cultural menos masivo que el de las playas + íconos. Pero otros no aparecen en guía de viaje alguna, y llegué a ellos por referencias de locales o investigación personal.
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Tabla de contenidos
Seguro de viaje para Rio de Janeiro
Deberías tener un seguro de viaje. Te lo puede exigir el personal de la aerolínea antes de embarcar o al llegar a destino. Además, cualquier accidente o problema de salud que requiera la más mínima internación te puede costar mucho más caro.
Cobertura básica:
Te recomiendo cotizar desde el buscador de Asegura tu Viaje, que tiene una amplia gama de opciones con buena relación calidad-precio. Ventajas: tienen medios y facilidades de pago que se adaptan al contexto latinoamericano.
Alta cobertura (ideal destinos de aventura):
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Cajeros en Rio de Janeiro
Los límites de extracción de los cajeros automáticos de Brasil pueden variar entre 500 y 1000 reales. La mayoría de los cajeros no cobra comisión por extracción.
Igualmente te aconsejo que siempre que puedas pagues con tarjeta, la mayoría de los comercios brasileros, incluso los vendedores ambulantes utilizan posnet. Es más seguro que andar con dinero en efectivo y ahorras tiempo.
Dónde alojarse en Rio de Janeiro
Durante mi viaje me alojé en Santa Teresa, porque estaba a una distancia conveniente de los atractivos de Lapa, de la escalera Selarón y de la zona céntrica. De hecho, podés bajar caminando hasta el Centro, recorrer, y volver a Santa Teresa con el bondinho, que ya te voy a contar qué es…
Santa Teresa en sí es un barrio bohemio, un Montmartre carioca con barcitos locales y atelieres de artistas, ubicado en un morro sobre la ciudad en el que subsisten grandes mansiones de la aristocracia brasileña del S.XIX.
Hostería cómoda. En Santa Teresa, te recomiendo con los ojos cerrados la Posada Casa da Gente. Tiene cuartos super amplios, algunos con balcones con hamaca a R$ 150 la doble, y una terraza con parque y mesitas desde donde se ve toda la ciudad (y que es también la zona de desayuno). Toda la hostería está decorada con piezas de un artista local a base de objetos reciclados.
El desayuno es un espejismo de frutas, yogur artesanal, granola, budines, ensalada de frutas, tostadas y jugos naturales.
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Alojamiento en Copacabana
Los sitios que abarca esta guía no tienen que ver con playas, pero como probablemente visites algunas, te dejo algunas opciones para alojarte en Copacabana.
Hostel mochilero. La Pousadinha Copacabana, abierta recientemente, con sólo seis cuartos íntimos pero muy cómodos. Está a una cuadra del mar y en una calle tranquila con seguridad las 24 horas. Permite el uso moderado de la cocina, pero no admite mascotas. El precio va de R$ 100 a 200 por día y anuncian promociones en Instagram.
Hotel 4 estrellas con pileta. South American Copacabana Hotel. A apenas 250 metros de las playas, este hotel tiene piscina en la terraza, desayunos increíbles y habitaciones modernas y cómodas. Y muy cerca de la zona de restaurantes.
Qué ver y hacer en Rio de Janeiro: centro y puerto
Real Gabinete de lectura portugués
Imaginate dar un paso y encontrarte dentro de una biblioteca del siglo XIX con pisos y pisos de libros navegados por escaleras al estilo Harry Potter. Bueno, eso es el Real Gabinete de lectura portugués. Fundado en 1837 en estilo neogótico, esta biblioteca y centro cultural alberga más de 350.000 volúmenes, incluyendo raras ediciones de Las Lusiadas del siglo XV.
Lamentablemente, no es posible ojear los libros, pero la estética del lugar es exquisita. Si ya me seguís en redes, sabés que colecciono libros antiguos y no te extraña que éste sea mi primer recomendado que ver en Rio de Janeiro.
La entrada es gratuita, pero en el gift shop venden libros sobre la historia de la biblioteca en estilo coffee table y me pareció una buena manera de colaborar. ¡En toda la zona además hay librerías de usados donde vale la pena revolver!
Catedral Metropolitana
La modernista catedral de Rio no parece una catedral, sino una pirámide urbana de concreto. Fue construida entre 1964 y 1979 y fue inspirada justamente en las pirámides centroamericanas.
Confitería Colombo
Fundado en 1894 por inmigrantes portugueses, este café es el más elegante de todo Brasil y uno de los más bellas del mundo según una encuesta reciente. Todo el interior está decorado con espejos señoriales importados de Amberes, paneles de madera y una cúpula con vitrales. Lugar ideal para sorber un vermouth y ambientarte en la Belle Epóque… Más info en la web de la confitería
Tip Acróbata: si te agarra el mediodía en la zona, podés hacer una parada técnica en uno de los lanchonetes, pequeños bares-comedores o pedirte una tapioca rellena en un puestito callejero por R$ 9.
Museo del Mañana
Este museo de ciencias diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava tiene una lejana reminiscencia a la nave espacial Enterprise de Star Trek. El Museo do Amanha está situado junto al mar junto al muelle Maua, en una zona portuaria que venía de décadas de abandono. No es un museo de objetos, sino de ideas, y su concepto principal es que “el mañana” no existe sino que puede ser moldeado por la especie humana de forma sostenible y armoniosa.
Evitá ir al mediodía porque el sol pega sin piedad en toda la zona, aunque al menos hay carritos que venden refrescos. Entrada R$ 20, gratis los martes.
Museo Arte de Río (MAR)
En frente al museo anterior se encuentra el Museo de Arte de Río, que ocupa dos edificios: el Palacete Don Joao VI y un edifico más moderno a su lado que solía ser una terminal de autobuses, y fue integrado al primero con el audaz techo ondulado que cubre parte de ambos.
Las exhibiciones tienen que ver con la historia de la ciudad, sus desafíos, migraciones y conflictos, todo expuesto con excelente criterio museográfico, en portugués e inglés.
La entrada cuesta R$ 20. Más info en la web.
Mural Etnia
Ya en la zona del puerto, caminá a lo largo de antiguos almacenes paralelo a las vías del nuevo tranvía. Toda la zona fue revitalizada para los Juegos Olímpicos Río 2016, y rebautizada Porto Maravilha.
El mural etnia fue realizado por el artista Eduardo Kobra por encargo del municipio. Kobra tiene obras en los cinco continentes, notablemente “O beijo”, en el High Line de Nueva York, basado en una fotografía de las celebraciones por el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La zona del puerto, fuera de la zona “reciclada” me parece también interesante, con antiguas fachadas de empresas importadoras como la Piklington Brothers Ltd. Un museo vivo del mercantilismo de inicios del siglo XX. De nada sirve un puerto boutique sin cicatrices de puerto, queridos urbanistas…
Pedra do sal
OK, a esta no pude ir pero se las cuento, porque promete, y es un sitio emblemático pero real, sin maquillaje turístico. Muy cerca de los museos, esta zona de la ciudad era conocida como “la pequeña África” cuando los primeros esclavos libertos se asentaron en la zona provenientes de Bahía y de la zona del Nordeste. El nombre viene de cuando los esclavos descargaban los bloques de sal provenientes de Portugal.
Fue desde aquí que la samba se esparció hasta que sus raíces prendieron en la cultura urbana de Rio. Hoy, todos los lunes hay performances de samba del grupo Roda da Pedra, con gente sentadas en las escalinatas y cerveza fría.
En Pedra do Sal, te dejo homework. Buscá el mural de Marielle Franco, la militante del partido socialista, afrodescendiente, lesbiana y “favelada” asesinada de cuatro tiros en la cabeza por denunciar los abusos de la policía en las favelas.
Qué ver y hacer en Rio de Janeiro: Lapa
Lapa es la cuna de la bohemia carioca, una zona donde la vida nocturna tiene el protagonismo con bares icónicos de samba. De día, es imprescindible una visita para conocer la escalera Selaron y los arcos de Lapa, dos cosas fundamentales que ver en Rio de Janeiro.
Arcos de Lapa (acueducto)
El acueducto carioca fue construido en 1750 por el gobierno colonial para abastecer a la ciudad de agua, y desde 1896 sirve de vía al bondinho, descripto debajo. Tiene 270 metros de extensión y 64 de altura, y no falló en hacerme acordar el Acueducto romano de Segovia.
De día, en la zona hay muchos moradores da rua que duermen debajo de los arcos y hay que caminar con atención.
Bondinho
El bondinho es el ´´ultimo” de los tranvías eléctricos que alguna vez recorrieron la ciudad, y desde 1896 circula sobre el acueducto como parte de trayecto hasta Largo do Guimarães en el corazón de Santa Teresa.
Hasta 2011 funcionaba como medio de transporte popular, pero luego de un accidente fue rehabilitado con un perfil y precio más turístico, aunque los residentes de Santa Teresa acceden a tarifas locales y lo usan para subir al morro.
El bondinho cuesta R$ 20 y sale cada 15-20 minutos desde la estación que está a metros de la catedral metropolitana. Es una manera épica de volver a tu alojamiento en Santa Teresa, al inicio del artículo te recomendé cual…
El malandro carioca y Ze Pelintra
En Lapa, los muros hablan. Y muchos de los personajes, reales y ficticios a los que dan vida los grafitis y murales, esconden el alma de Rio de Janeiro.
Algunos de estos murales muestran distintas versiones del “malandro carioca”, centauro de caballero y chanta, cuya elegancia camufla los instintos de supervivencia y la viveza necesaria para sobrevivir en toda gran ciudad sudamericana. Su comportamiento es a veces considerado una forma de equilibrar las fuerzas opresoras de la sociedad.
Y cuidado, que el “malandragem” carioca es todo un culto, y algunas de sus representaciones, como “Ze Pelintra” es considerado por los umbanda como un espíritu bondadoso, patrón de los bares, rey de la vida nocturna, bohemio y apasionado de los juegos y las disputas.
Otros murales muestran a referentes de la samba como Bezerra da Silva, artista de samba considerado la voz de las favelas y los morros.
Yo esto lo entendí porque recorrí la ciudad con una amiga local, pero de otra manera hay demasiada información, muchos más murales y detalles que pasan desapercibidos. Tal vez sea una buena idea hacer un free tour del barrio.
Escalera Selarón
Si la foto turística lado A de Río tiene el Cristo, ningún viaje a la Río alternativa está completa sin la foto en la escalera Selarón. Jorge Selarón creo esta obra de arte viva y mutante al decorar los 215 peldaños de la escalera del Convento de Santa Teresa con 2000 azulejos con los colores de la bandera de Brasil.
Entusiasmados por la labor del artista, pobladores locales y turistas por igual comenzaron a ofrecerle azulejos ilustrados con imágenes de otras ciudades, personajes famosos o clubes de fútbol. Desde la bandera de Lesotho hasta el escudo de Boca Juniors vas a encontrar de todo.
Qué ver y hacer en Rio de Janeiro: Santa Teresa
Si hay un lugar que ver en Rio de Janeiro para mí es Santa Teresa, un barrio encaramado en un morro, repleto de callecitas y casonas antiguas restauradas por una populosa comunidad de artistas residentes. Lo que sigue son algunos hitos, Santa Teresa lo vas a descubrir caminando, por tu cuenta o en un free tour.
Largo do Guimarães
Esta placeta rodeada de casonas de estilo europeo con cúpula es el corazón de la Santa Teresa bohemia, con muchos bares, locales de artesanías y anticuarios en sus cercanías. Además es la parada final del bondinho que sube desde el Centro.
Parque das Ruinas
Otro lugar increíble que ver en Rio de Janeiro, el Parque das Ruinas se centra en los restos de la mansión de la mecenas de la belle epoque Laurinda Santos Lobo. En su casa solían reunirse los intelectuales y artistas de la alta sociedad carioca. Cuando murió, en 1946, la ciudad convirtió al predio en parque, y de vez en cuando se organizan performances. Un buen motivo para venir es la vista del resto de la ciudad.
Museo Chacara do Ceu
La antigua casa del industrialista y patrón de las artes Raymundo Ottoni de Castro Maya es ahora un museo que alberga su colección privada que luego fue donada al estado. Vas a encontrar hallazgos eclécticos: desde alfombras persas hasta porcelanas chinas y una colección de mapas de Brasil del siglo XVII y XVIII. Además, hay obras de arte moderno de pintores como Di Cavalcanti y Lygia Clark.
Bares locales: Serginho y Bar du Gomes
Mi favorito creo que es el Bar do Serginho. Creo. Porque mi devoción por los bares es politeísta. Pero este bar destaca porque es bien de local, y saca las mesitas a la vereda, donde la tribu alternativa comparte lugar con los viejitos del barrio. Tienen cervezas comunes, pero también importadas, de hecho, me permití una Paulaner de trigo, alemana (R$ 28). Los viernes suele haber música en vivo.
El Bar do Gomes está en una esquina fotogénica, y funciona desde 1919. Conserva todo el mobiliario de época, el mostrador interminable y hasta la caja de seguridad. Lo típico es pedirse una cerveza con petiscos (R$ 10), que serían como las tapas españolas. Les recomiendo los bolinhos de abobora (calabaza) con camarón.
Si tenés poco tiempo y querés ver la Rio de Janeiro alternativa pero también hacer lugar para los clásicos como el Cristo Redentor o el Maracaná, te recomiendo una visita guiada de 8 hs de toda la ciudad (volvés al hotel tipo 5 pm). Podés consultar detalles y disponibilidad en este enlace.
Qué ver en Rio de Janeiro: off the beaten track
Hangar Zeppelin
Este sí que es un lugar alternativo que ver en Rio de Janeiro, el hangar construido especialmente para que descanse el Zeppelin LZ-129 Hindenburg. Mucho antes que los aviones, el Zeppelin fue el primer servicio aéreo transatlántico entre Europa y Sudamérica, todo un mérito técnico de la aviación alemana.
El otro destino fijo era Nueva York. Brasil tenía una enorme cantidad de inmigrantes alemanes y había un fluido intercambio comercial entre ambos países. Hoy, el enorme y futurista hangar de 250 metros de largo por 55 metros de altura (el Zeppelin era tan grande como el Titanic) es parte del Museo Aeroespacial en el suburbio sureño de Santa Cruz.
Favela Rocinha
La favela Rocinha fue hasta hace muy poco la favela más grande de Rio de janeiro, en la zona sur de la ciudad. Hay todo un debate ético sobre si visitar favelas o no hacerlo. Pero si el punto sensible de la crítica es lo mal que está pagar para ir a ver cómo gente pobre, la crítica está mal encarada.
Porque en todos los viajes a países en vía de desarrollo, incluso dentro de nuestros propios países, nos paramos desde la otredad cultural y fotografiamos estilos de vida campesinos que rozan lo precario. India. Etiopía. Medio Oriente. Bolivia.
El punto de todas maneras es otro creo. En todos los casos, el flujo turístico ingresa dólares al sistema. No se trata de la intromisión descarada de un grupo de gringos con cámaras, sino que son tours propuestos por personas de la misma favela, que gracias a esa curiosidad foránea pueden darle un sustento a su familia y mejorar sus vidas. Una de las opciones de tours para conocer la zona son estos que tienen la ventaja de ser en español.
Casa Amarela
Otro ejemplo de emprendimiento artístico es la Casa Amarela, en el Morro da Providencia, un centro comunitario en una casa intervenida estéticamente por el artista francés JR y el fotógrafo e historiador brasileño Mauricio Hora.
En la Casa Amarela se dan cientos de talleres artísticos de forma gratuita a jóvenes de la comunidad para mejorar la vida de los pobladores locales a través del arte y la educación. El lugar es una obra de arte en constante evolución.
Escapada a Petrópolis
Si tenés tiempo no te pierdas una escapada para visitar Petrópolis, la ciudad imperial brasileña. Aunque es una ciudad aparte, está a aprox 68 km de Río y es algo que mucha gente ignora y por eso está en esta guía de qué ver en Rio de Janeiro alternativa.
Fue la residencia de verano de la familia imperial brasileña y nombrada en honor a Pedro II, en 1845. La ciudad está rodeada de sierras, y tiene elegantes líneas europeas, con palacios, un Museo Imperial y la casa de Santos Dumont.
Las excursiones a Petrópolis desde Rio de Janeiro cuestan alrededor de USD 30, incluyen el almuerzo y son de día completo. Podés ver detalles y reservarla aquí.
Espero te haya servido esta guía alternativa sobre qué ver y qué hacer en Rio de Janeiro. ¿Se me pasó algún lugar? ¿Conocés bien la ciudad? Dejá tu aporte a la Tribu Acróbata en los comentarios!
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1 Comments
Comparto con vos absolutamente la pasión por los libros…El Real Gabinete de Leitura portuguesa me voló la mente absolutamente…me enteré de él de casualidad…en una página que hablaba de las bibliotecas más hermosas del mundo…preguntando en el centro de Rio nadie nos pudo orientar porque no sabían de la existencia de semejante tesoro…llegamos por calle y número simplemente
Es cierto, la gente en Rio de Janiero desconcoe su propio patrimonio!
Me encanta tu blog hermano! Me encantaría aventurarme este año para conocer alguno de los lugares que has mencionado.
Gracias por mostrar el lado local de todos los lugares.
Saludos desde México!
Muchas gracias Miguel, Rio de Janeiro es una ciudad increíble. Por cierto, si quieres posicionar en Google tu emprendimiento de Transfers escríbeme por privado que te podrían interesar aprovechar la llegada y el SEO del blog.
Buenísima guía Juan, brutal el dato del hangar zeppelin. No sé si son lado B y lastimosamente no los pude visitar en mi viaje pero a mi me recomendaron el Jardín Botánico y el mirador Vista Chinesa.
NO me dio tiempo para el Jardín Botánico, pero siempre hay que dejar algo para el regreso ajja El mirador que mencionás tiene un nombre curioso. En general igual no me llaman mucho los miradores. Gracias por comentar!