Escapando de la inteligencia siria (archivos 2005).

Siria Hasakeh
Mientras la comunidad internacional acusa a la inteligencia siria del asesinato del ex-primer ministro libanes Harari, mis propios encuentros con dicha desinteligencia me hacen pensar que es mas probable que Gandhi haya dado muerte a Lady Di. Hasta un punto todo era una sucesion de idilicos interrogatorios en los que yo pretendia ser un estudiante de arqueologia y los oficiales credulos me convidan pipa de agua.
Incluso en Ein Diwar, el punto mas extremo de mi derrotero, cerca de la frontera iraqui, las cosas van relativamente bien. Acerca de mis motivos para visitar la zona, escuchar que vengo a visitar el puente romano en ruinas sobre el Tigris parece dejar a los gendarmes satisfechos. Aun asi me hacen beneficiario de una claustrofobica hospitalidad pariente de la vigilancia: insisten en que duerma en la comisaria y me llevan en el movil de regreso a Malakya.
Nada nuevo bajo el sol, ya me he acostumbrado a que todos quieran saber lo que hago y a donde voy, a que el verdulero solicite ver mi pasaporte y la gente meta la cabeza dentro de mi cuaderno cuando escribo, extendiendo involuntariamente a mi los vinculos sociales simbioticos que ellos padecen.
Esta gente seria feliz viviendo en una casa de vidrio…
Fue curiosamente en Hasakeh, ya de vuelta, donde la cosa se puso tensa. Aparentemente los comisarios de los distintos pueblos se pasaron el parte semanal y todos reportaban haber interrogado al estudiante de arqueologia argentino. Mientras estos telefonos sonaban y eran atendidos yo, totalmente ajeno a mi creciente fama local, tomaba unas cervezas con Silvia, Matteo y Marco, tres agronomos italianos empleados en un proyecto de cooperacion agricola entre Siria e Italia.
El snack bar, que se llama Venus, es uno de los dos sitios de la ciudad que vende alcohol, producto de la minoria cristiana de la zona. Tambien es el lugar mas obvio donde iniciar una busqueda.
La charla es interesante. Silvia, quien interroga diariamente a decenas de campesinos para indagar sobre la economia domestica, cuenta del hombre que encabezo la ennumeracion de su hacienda con 200 ovejas y la remato con dos esposas. Luego miro a los ojos a Silvia y le dijo: «Y ando buscando la tercera».
A la inversa, el interrogatorio de Silvia a las mujeres de la aldea termino en una intervencion policial. Como habian osado hablar con las ovejas en ausencia de sus maridos? –exclamaban maridos y policias que acaso habian leido a Orwell y temian una rebelion en la granja. Mientras sus esposas hacen las labores del campo, estos mismos maridos se dedican a lo que Silvia llama field watching. Contemplacion del surco, por llamarlo de alguna manera.
Terminamos nuestra lager jordana y abordamos la 4×4 de la mision italiana rumbo a sus oficinas a continuar la chupindonga. Mis sentidos se habian olvidado de tales lujos occidentales. Me refiero a la silla y al inodoro, y al Bacardi que mezclado con Master Cola local produce, no ya Cuba Libre, sino en todo caso Cuba Saudita.
A eso de las once dimos por concluida la tertulia y fui conducido en la 4×4 hasta la casa de mi contacto local, en una aldea vecina. Segun acordado, la maniana siguiente, pasaria a usar internet.
Un pepino. La voz de Silvia en el telefono combina ansiedad con indignacion. Son las 9 am y 4 agentes de la policia politica irrumpen en las oficinas del proyecto para interrogar a Silvia, Marco y Matteo. Silvia tiene que ir al banio para responder mi llamada, y lo mas probable es que la linea este intervenida. Gracias a Dios por aca pocos entieden el dialecto de Dante.
Los agentes preguntan quien era yo, que hacia la noche anterior en el laboratorio, y si habia dormido alli. De las preguntas se deduce que me estuvieron siguiendo todo el dia pero que, comicamente, esa mania de hecharse una siestita! me perdieron el rastro alli donde con un poco mas de vigilia hubieran esclarecido todo el enigma. Solo bastaba con seguir la 4×4 hasta la casa de mi contacto kurdo.
rio tigris y el desierto en siria
Cual es el enigma? Si la inteligencia siria quisiera atraparme a mi ya lo hubiera hecho, lo que les irrita es la posibilidad de que este estrechando vinculos con la insurgencia kurda. Deduciendo del interrogatorio, ese temor se basa en mi aparicion en la triple frontera turco-sirio-iraqui sumado al hecho de que no me habian podido localizar en ningun hotel. Como pretenden mantener a raya a espias americanos si no pueden seguirle el rastro a un mochilero sudaca? Todo un misterio.
Quedamos en vernos en Damasco el fin de semana y cortamos la comunicacion. Mientras tanto yo tenia que pensar en la manera de enviarles el articulo de la semana pasada sin poner en evidencia el domicilio de mi amigo kurdo, y luego salir de la ciudad de una buena vez. En el cyber, el hombre en la maquina contigua mira demasiado mi pantalla.
Por la webcam veo una Nissan Patrol color caqui estacionada fuera. Hago click en enviar, me cuelgo la mochila y salgo. Junto con el hombre de la maquina contigua, naturalmente. Este me pregunta a donde voy, si puede ayudarme en algo. «A Deir ez Zor». El hombre no cree que vaya a pie hasta Deir ez Zor, porque eso queda a 180 kms. Piensa que miento y que voy a la casa de alguien. Se ofrece a acompaniarme hasta la salida de la ciudad, a 3 kms, quiere verme salir con sus ojos.
A la altura de la rotonda se da por vencido, saluda y pega media vuelta. La rotonda esta decorada con un mural que muestra al el ex-presidente Hafez alzar sus manos al cielo y a campesinos detras obtener una ernia. El tambien hace field watching. Mi marca personal vuelve a aparecer, esta vez en un Nissan Patrol. Color caqui. Se ofrece a llevarme unos kilometros. No gracias. Cuando lo pierdo de vista camino lejos de la ruta, busco el olivo mas frondoso. Acampo debajo.

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