Siria es, lejos, mi destino favorito de Medio Oriente y un país árabe tradicional, a una galaxia de distancia de destinos como Egipto o Marruecos. Al punto que cuando crucé la frontera hacia Jordania se me cayó una lágrima.

Con la Guerra Civil extinguida, desde 2018, el gobierno ha reinstaurado las visas de turismo, sólo para quienes contraten un tour, lamentablemente.

Siria ostenta una calidad de patrimonio histórico que deja sin palabras. Desde castillos cruzados como Crac de los Caballeros hasta las remotas ruinas de Palmira, y desde el puerto de Tartous hasta la cosmopolita Aleppo, pasando por las Ciudadelas Muertas bizantinas cerca de Idlib y aldeas que aún hablan arameo, Siria es un destino de aventuras par excellence.

En mi guía de Consejos para viajar a Siria (2025) encontrás toda la información necesaria para tu viaje.

Mi libro sobre Siria

Vagabundeando en el Eje del Mal – Un viaje a dedo por Irak, Irán y Afganistán, que va por su 9º edición y fue reseñado por The New York Times, retrata mi viaje en autostop por la Siria profunda, alojándome con mercaderes del bazar, universitarios o beduinos del desierto por igual, para documentar la vida cotidiana de una región estereotipada por los medios.

Lo básico para viajar a Siria

Más info para tu viaje a Siria

  Siria: 3 imprescindibles

Damasco, la capital, es la ciudad habitada más antigua del mundo, y su Gran Mezquita Omeya, del año 705, alberga las tumbas de San Juan Bautista y Saladino.

Alepo, la gran ciudad del norte ha renacido de sus escombros tras su liberación en 2016, como lo hizo desde tiempos bíblicas, y tiene un bazar ecléctico, una ciudadela amurallada, y una dinámica población universitaria.         

Palmira, impresionantes ruinas de la época romana que sobrevivieron al vandalismo del ISIS, en medio al desierto y rodeadas por un oasis.

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