Hoy, el presidente turco Recep Erdogan convirtió por decreto a la milenaria basílica bizantina de Santa Sofía (más conocida por su nombre turco Aya Sofia) nuevamente en mezquita. No es un simple cambio de status y les cuento por qué.
El gobierno de Erdogan es considerado, al menos por mis amigos turcos, cosmopolitas y de espíritu liberal, como un giro hacia la derecha, el nacionalismo, la persecución a la libertad de prensa y el islamismo.
Santa Sofía es un ícono de Estambul. Fue construida en 532 durante el mandato del emperador romano Justiniano utilizando muros preexistentes de templos paganos, y ya había funcionado más de mil años como iglesia cuando los turcos tomaron Constantinopla y la convirtieron en mezquita.
Cuando la visité en mi viaje por Turquía Y Medio Oriente a dedo, que plasmé en mi primer libro Vagabundeando en el Eje del Mal, me impresionaron sus medallones con versos coránicos y sus frescos bizantinos con la Virgen María, lado a lado, como testimonio de su herencia híbrida, casi como una pieza fundamental del puzzle Oriente- Occidente. Un sitio que sólo puede existir en Estambul, una ciudad puente.
La basílica de Santa Sofía es una pieza fundamental del puzzle Oriente-Occidente, un sitio que sólo puede existir en Estambul, una ciudad puente.
Cuando Ataturk sentó las bases de la Turquía moderna y laica desde las cenizas del Imperio Otomano, dejó de ser casa de culto religión alguna y la convirtió en museo en 1934, estatus que conervó hasta nuestros días, sumado al título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El decreto de Erdogan debe leerse como un contragiro al rumbo de su antecesor Ataturk, quien además de convertir a Santa Sofía en museo abolió el califato y fundó una república democrática y un estado laico, y reemplazó la Sharia (Ley Islámica) por un código civil que emancipaba a las mujeres, a quienes se dio derecho a voto.
Hoy, en Turquía podés ser musulmán, cristiano, ateo, tomar cerveza o no hacerlo, vestir minifalda o no hacerlo. Pero noticias como la de hoy encienden una luz de alerta.
El carácter laico de Turquía yo lo terminé de entender el día que le pregunté a Mesut, un turco que me alojaba por Hospitality Club en Adana, cómo era eso de ser musulmán y beber alcohol. El, sin dejar de tomar de su lata de cerveza turca Efes, me respondió:
«Un día vas a entender que en Turquía es donde menos se respeta el Corán. Y de esa manera, paradójicamente, es donde más se respeta su espíritu»
Porque no se trata de habilitar una nueva (vieja) mezquita, sino de una declaración de principios, parte de una hoja de ruta que desanda el camino de las libertades conquistadas, y que hicieron de Turquía el país más estable, próspero y con mayores índices de desarrollo humano de la región.
Que Erdogan convierta a Santa Sofía en mezquita por decreto no es más que un refuerzo del corte nacionalista de su gobierno, que también se hizo conocido por retomar las hostilidades contra los kurdos, quienes hoy, en algunas zonas, son detenidos en la calle por la policía sólo por «portación de rostro» y cuyo lider continúa como preso político.
¿Conocés Aya Sofia? ¿Pensás que debería ser ghetto de sólo una de las religiones que la usaron como casa de culto o debería seguir siendo un libro abierto de los últimos dos mil años de historia?
Juan, no crees que es una manera de contestarle a Europa? de reaccionar contra el eurocentrismo y sus politicas implacables? Algunas antiguas mesquitas de Andalucia fueron convertidas en iglesias cristianas por decreto…ya hace muchos años. No es el único ejemplo, pero hay que buscarlos ya que ese tipo de deciciones si se toman en Europa parece que pasan desapercibidas y quedan justificadas por cierta racionalidad intrinceca que les pertenece solo por ser europeos.
No crees que cuando pasan cosas similares en Asia o Africa son vistas con cierto tinte barbarico?
Como para no dejarlo tan mal parado a Erdogan, tambien hiso algunas cosas que son contraejemplos ante la «falta de libertades» de la que se lo acusa, uno de ellos es que las mujeres que lo deseen puedes usar hijad en los trabajos en los que antes no podian. Lo mismo con la Kipá judia. Por ejemplo un profesor/a anteriormente no podía usar hijad o kipa en la escuela.
Esta buena la discucion y creo que de ambos lados hay ejemplos y contraejemplos, pero como decis vos cuando se habla del Kurdistán o del Genocidio Armenio ahí todos miran para otro lado, incluso los turcos cosmopolitas.
Abrazo!
Hacer cosas solo para contestarle a tu enemigo ha derivado en catástrofes. Por otro lado, no creo que el turcocentrismo sea mejor que el eurocentrismo. No se trata de una propuesta neutral, balanceada y de diálogo basada en la eliminación de «centrismo» sino de sustituir un centrismo por otro.
Hola Juan Pablo, te conocí en algunas charlas en Bahía Blanca y ya leí tus libros, los tengo todos, soy una adicta viajera pero mi tarea es la de acompañar grupos en viajes y estudio mucho antes de conocer un lugar, pronto cumpliré mis 70 años pero estoy esperando que se abran otra vez las puertas del mundo para poder seguir haciéndolo, fui con un grupo a Turquía en el 2011, como grupo nos organizamos entre 8 a 10 meses antes de viajar y estudiamos lo básico del idioma de cada lugar,es muy importante poder intercambiar lo mínimo con los habitantes del lugar.
Cuando fui a Santa Sofía me sorprendió la convivencia entre Judíos, musulmanes y cristianos, en ese espacio y con poca distancia convivían 3 religiones distintas, para mi fue un ejemplo de convivencia religiosa. Después cambiaron las cosas, es lamentable , que en estos momentos sigamos con estas divisiones religiosas.
Ojalá pronto podamos volver a «Vagabundear por el mundo», fue un placer escuchar tus charlas y que podamos volver a recorrer otros caminos.
Mi último viaje fue hace justo un año que llevé un grupo a Escandinavia y el Anillo de Oro de Rusia, otro mundo.
Mi deseo es que podamos seguir descubriendo caminos y compartiendo experiencias con otros viajeros.
Saludos y buenos viajes!
Nilda, me acuerdo de vos. No mucha gente iba a mis charlas hace 10 años 🙂 Me da mucha alegría que sigas viajando y conociendo el mundo. Un abrazo grande!