15 cosas que hacer en Mallorca (más allá de los resorts)
Cuando la gente piensa en Mallorca piensa en hoteles resort y turistas alemanes rostizándose al sol: Mallorca, sin embargo, es mucho más que un destino barato para los jubilados del norte de Europa. En este post, te doy 15 ideas de cosas que hacer en Mallorca, saliendo de la clásica vida de resort, para que armes tu itinerario, visitando aldeas de montaña, viñedos, calas escondidas y pueblos de pescadores.
Para los españoles, es fácil olvidar que estas gemas se encuentran a una hora de vuelo de casa, sin necesidad de jet-lag ni palitos chinos. (Perdón Asia, también te quiero). Si vas a viajar a Mallorca, eso sí, te recomiendo hacerlo en mayo o junio, fuera de temporada alta.
Hay muchos recursos online, pero si buscas un guía de turismo para viajar en Mallorca, te acabo de recomendar una en el enlace :-), con info detallada de hoteles, visitas guiadas y restaurantes. Puedes usar mi post para pensar un itinerario general y la guía de Petitfute para ver dónde alojarte en cada sitio, por ejemplo.
En este post encontrarás....
- 1 Seguro de viajes para Mallorca
- 2 Mis 15 cosas favoritas que hacer en Mallorca
- 2.1 Explorá el pueblo histórico de Palma de Mallorca
- 2.2 Tomá una caña con tapas en el Mercado de Santa Catalina
- 2.3 Pasá un par de noches en Cala Figuera (pueblito pesquero)
- 2.4 Explorá las playas del Parque Nacional Mondragó
- 2.5 Soportá el idilio de Calo des Moro (la más pequeña y bonita)
- 2.6 Tomá fotos en Es Pontàs (ventana azul)
- 2.7 Volá en globo sobre Mallorca
- 2.8 Hacé el roadtrip hasta el faro Capdepera
- 2.9 Visitá Soller, el pueblo en las montañas
- 2.10 Sobreviví las mil curvas hasta Sa calobra
- 2.11 Absorbé el encanto bucólico-hip de Deiá
- 2.12 Admirá las terrazas de Banyalbufar
- 2.13 Tomá una panorámica desde el mirador Es Colomer
- 2.14 Perdete en las callecitas de Valldemosa
- 2.15 Visitá las bodegas de Mallorca
- 3 Mapa de cosas que hacer en Mallorca
Seguro de viajes para Mallorca
Como requisito para poder ingresar en Europa es posible que las autoridades migratorias te soliciten el voucher de tu seguro de viajes. Si aún no contrataste te recomiendo cotizar con Asegura Tu Viaje, que tienen actualmente una muy buena relación calidad-precio (en criollo, tienen precios bastante mochileros!)
Mis 15 cosas favoritas que hacer en Mallorca
Explorá el pueblo histórico de Palma de Mallorca

Palma de Mallorca, la capital, es una ciudad de aires lánguidos y amables, algo holgazana, y repleta de cafecitos, callejuelas angostas, restaurantes top y mucha arquitectura para explorar, entre la que destaca la Catedral de Santa María de Palma, comúnmente llamada Le Seu.
Lo bueno de Palma es que, normalmente, no hay demasiados turistas dando vueltas (por qué será que los viajeros queremos alimentar la ficción de que estamos descubriendo cada sitio, aun cuando decidimos nuestros destinos de forma imitativa), ya que la mayoría de la gente no va a Mallorca precisamente por sus ciudades.
Por las altas temperaturas te recomiendo explorar la ciudad por la mañana o al atardecer, cuando el calor es más soportable. A la noche, la plaza se pone especialmente vibrante, con terrazas de restaurantes y música callejera.
No dejes de visitar el castillo de Bellver, el Palacio Real de la Almudaina, el barrio de los pescadores Es Jonquet y el Paseo del Borne.
Tomá una caña con tapas en el Mercado de Santa Catalina

Si tenés que elegir una zona de Palma donde alojarte, te recomiendo Santa Catalina, que solía ser el distrito de los pescadores, y hoy es famoso por ser sede del Mercat de Santa Catalina, el mercado cubierto más antiguo de Palma, inaugurado en 1920. Es el que abastece a vecinos, restaurantes, cafés y dueños de yates por igual.
No está abarrotado de turistas como los mercados de Barcelona, y podés encontrar de todo, desde frutas y verduras a carnes, quesos, frutos de mar, flores y delikatessen locales. ¿Querés sentirte local por un rato? Sentate y pedí una caña con tapas en uno de los barcitos del mercardo.
Santa Catalina es la zona con más oferta gastronómica de Palma. Podés quedarte un mes y cenar cada día en un sitio distinto. Para alojarte en la zona, hay ofertas interesantes de Airbnb.
Pasá un par de noches en Cala Figuera (pueblito pesquero)

Este puerto de pescadores aún en operación es uno de esos sitios del que sentís nostalgia a la hora de haberte ido. Cala Figuera no tiene playas, por lo que se siente naturalmente resguardado del flujo a veces voraz del turismo en la isla. Además, algunos edificios costeros abandonados que le dan una reminiscencia a los pueblos costeros de Albania. Salvando las distancias, claro está.
Es fácil dedicarle unos tres días a Cala Figuera, alojándose cerca del puerto y despertarse con el rumor de los barcos regresando con la pesca del día.
Si vas a viajar más por España, quizás te puedan servir mi guía de planes alternativos en Barcelona, o esta guía detallada de los imperdibles de Córdoba.
Explorá las playas del Parque Nacional Mondragó

Holgazanear en las playas del Parque Nacional Mondragó, al sudeste de Palma, es una delas cosas que tenés que hacer en Mallorca. En este post voy a recomendar varias calas diminutas que son más como una experiencia zen, como ser parte de una postal. Pero estas playas, rodeadas de dunas y pinos, son anchas y amplias.
Como sólo se llega con vehículo propio (no hay transporte público ni está en la ruta de los buses turísticos) la afluencia de público es moderada, y más de turismo español que alemán o inglés. Hay un chiringo en la playa que vende sándwiches y bebidas, pero, al tratarse de un parque nacional, no hay hoteles.
La playa principal se llama S’Amarador y tiene aguas muy cristalinas y limpias, con arena suave y bordes rocosos. Caminando un poco más se llega a Cala Mondrago y Cala d’en Borgit. El estacionamiento cuesta €5 por el día completo y la caminata hasta las playas es breve.
Soportá el idilio de Calo des Moro (la más pequeña y bonita)

Dicen que Calo des Moro es la playa más linda de Mallorca. Yo no estoy seguro, pero con seguridad es uno de las experiencias imperdibles que hacer en Mallorca. Esta cala mágica de aguas celestes traslúcidas atrapadas entre rocas aparece como abracadabra tras un descenso algo salvaje entre rocas y acantilados (con miradores que oh sí, permiten fotos alucinantes) que termina mereciendo sobradamente la pena.
La playa en sí es diminuta, por lo que andá preparado para sentarte sobre las rocas. Te recomiendo llevar tu propio almuerzo, ya que la playa está preservada por una fundación privada y no hay hoteles ni bares.
En temporada alta la playa puede estar algo atestada. Si eso pasa, a pocos minutos a pie hay otra, llamada Cala S’Almonia, que no es tan idílica, pero está bastante bien. Eso sí, vas a tener que volver a descender por las rocas 🙂
Tomá fotos en Es Pontàs (ventana azul)

Para la foto. Es Pontás es un arco de piedra natural que termina enmarcando el azul profundo del océano, como la famosa Azure Window que no hace mucho colapsó en Malta. Este sitio está muy cerca de Cala Figuera, por lo que no dudes en hacer el combo si estás en la zona. La caminata hasta la formación rocosa demora unos 15 minutos.
Volá en globo sobre Mallorca
Los vuelos en globo no son una actividad que uno asocie normalmente a Mallorca, sino más bien a Capadoccia, Teotihuacán o Birmania. Y sin embargo ¿qué mejor idea que admirar los contornos caprichosos de la isla recortarse contra todas las tonalidades de azul del mar? Los vuelos duran dos horas y se pueden hacer tanto al atardecer como al amanecer.
Hacé el roadtrip hasta el faro Capdepera

Otra de las cosas que hacer en Mallorca sí o sí, en mi opinión, es esta scenic drive al faro Capdepera, no apto para los que se marean con las curvas, eso hay que decirlo.
El pueblo de Capdepera se encuentra en el noroeste de Mallorca, y fue fundada en el 1300 por Jaime II de Aragón, quien levantó un castillo que también se puede visitar. Son 2 km del pueblo al faro, y lo mejor es que después de la caminata podés bañarte en las calas vecinas, así que lleva malla.
Visitá Soller, el pueblo en las montañas

Soller es todo lo contrario a lo que la gente imagina de Mallorca: un pueblo anidado entre montañas. Pero los que visitan se enamoran. Para muchos, Soller es la base para varios senderos que se adentran en las vecinas Sierras de Tramontana.
En el pueblo hay una sola calle principal que desemboca en la Plaça Constitució, que está rodeada de cafés, heladerías de pueblo y edificios de departamentos a los que la gente llega con la bolsa de la verdulería.
No te pierdas el viaje en tranvía antiguo desde el centro al Port de Soller. El viaje dura 30 minutos. Pensándolo bien, una buena manera de llegar de Palma de Mallorca a Soller es en un tren histórico de 1912, aún en funcionamiento, con vagones de madera y todo. En el trayecto vas a cruzar las zonas rurales de la Mallorca profunda, rodeada de las Sierras de Tramontana.
Para alojarse en Soler, te recomiendo más el pueblo que el puerto, que parece más copado de casas de vacaciones que de gente local.
Sobreviví las mil curvas hasta Sa calobra

En un entorno idílico en la Sierra de Tramontana se encuentra esta pequeña cala entre escarpados acantilados. Para llegar vas a tener que recorrer una carretera con mil curvas, pero merece la pena. De hecho, diría que es una de las cosas imperdibles que hacer en Mallorca.
Hay que calcular una hora de ruta, mínimo, caminando entre espectaculares vistas del mar, animales, acantilados y parando para tomar fotos de todo. Una vez que llegás a Port Sa Calobra estacionás y seguís un rato a pie, siempre como espectador alucinado de un mar azul único y cuevas hasta que llegás a una playa de pedregullo acerrojada entre las montañas.
Absorbé el encanto bucólico-hip de Deiá

Deiá es un pueblo del interior, rodeado de olivares y terrazas de cultivo, engarzado en una campiña seca alegrada por sierras con laderas forestadas. Hasta ahora venimos hablando de la Mallorca turística en oposición a la Mallorca pueblerina. Bueno, ésta es otra Mallorca: un escondite de artistas extranjeros y millonarios introvertidos, radicados e inspirados por la isla.
La movida empezó cuando Robert Graves, el escritor y erudito de la mitología inglés se mudó al pueblo en 1929. El tipo escribió La Diosa blanca: una gramática histórica del mito poético, libro que me prestó una mochilera norteamericana en Tailandia y leí por fragmentos.
Admirá las terrazas de Banyalbufar
Banyalbugar tiene el encanto de sus terrazas descendiendo hasta el mar como una cascada de piedra que honra una historia compleja: dicen que las construyeron los árabes para sus viñedos (aunque ahora se usan para verduras y hortalizas). Debajo del pueblo hay una playa bastante pasable.
Tomá una panorámica desde el mirador Es Colomer
Mi punto panorámico en Mallorca para fotos panorámicas de vistas marítimas que parecen no tener fin, con precipicios y acantilados escarpados. Hay que caminar un poco desde el (congestionado) estacionamiento, pero vale la pena. Es muuuy combinable con un chapuzón en la Playa Formentor.
Perdete en las callecitas de Valldemosa

Valldemosa es una pintoresca aldea rural en el corazón de las Sierras Tramuntana, rodeada de rutas serpenteantes y olivares. Es célebre por la Cartuja de Valldemosa, un palacio del siglo XIV construido por Jaime II de Mallorca, y en el que el músico Chopin vivió por un año (de hecho, allí compuso Un invierno en Mallorca).
Además de eso, aquí el atractivo es caminar unas horas por las calles adoquinadas y observar los jardines bien cuidados, los olivares, los cafés y algunas tiendas boutiques en la plaza. Si sos fan de los aceites de oliva como yo, vas a ser un ser muy feliz.
También deberías probar una coca de patatas, un snack local normalmente servido con el capuccino, y hecha con puré de papas, huevo, azúcar, levadura y sal.
Visitá las bodegas de Mallorca

Los vinos mallorquinos están ganando mercado poco a poco, y ya hay unos 70 productores en la isla. Hay cinco zonas de producción con climas (y por ende sabores) distintos: la Sierra Tramuntana, El Raiguer, El Pla, El Mijorn y la Serra de Llevant.
Algunas bodegas como Angel cobran unos €15 por degustación, snacks incluidos. Pero la más recomendada es Maciá Batle, una bodega familiar que produce vinos desde 1856, cultivando varietales nativos que tienen un fondo de paladar a frutos rojos. A diferencia de la primera bodega, te hacen una desgustación guiada (€5, snacks incluidos, que se descuentan del precio de la botella que compres).
Mapa de cosas que hacer en Mallorca
Aunque es una isla pequeña, las cosas que hacer en Mallorca son infinitas. Seguro que vas a descubrir muchas más que las que recomiendo en este post. Por eso, si querés agregar algo en los comentarios, la comunidad viajera te estará muy agradecida. ¡Buenos Caminos!
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