Lo admito. Cuando hace poco me invitaron a Santiago de Chile, no sabía qué esperar de la capital chilena. La venía postergado con el prejuicioso desinterés que me generaron siempre las capitales de los países vecinos. Osea, había visitado Lhasa, la capital de Tíbet, pero no la transandina. Es normal en la especie viajera, la […]