
En esas rondas en el pavimento se hablaba de que alguien habia dejado un cello en Estambul porque no era bueno tocandolo. El abandono de instrumentos musicales es algo terrible, dice Michelle, es solo una cuestion de compromiso. Cuando Michelle conocio a Raffi este apenas podia sostener el violin en la posicion correcta y hora parece que le va a sacar chispas. Alguien acoto que habia una diferencia entre los campesinos chinos que trabajaban en los arrozales y nosotros que nos paseamos con un violin al hombro tratando de entender la humanidad. Truth is beauty, beauty is truth. Y aun asi, la gente que sera tocada por el impredecible fin de la avalancha que desatamos cada vez que hacemos que alguien cuestione la realidad seran siempre desconocidos para nosotros. Siempre hemos estado, desde Diogenes en adelante. Alguien ha abierto un espacio “warehouse” en Minneapolis, donde esperan que se hable solo espaniol. Raffi dice que tiene fiaca de hacer yoga, solo quiere tocar musica 8 horas por dia. Apostabamos, si mal no recuerdo, a cual de los travestis de la esquina seria levantado primero. Quizas cuando tenga 40 anios –dice Raffi- tenga ganas de tener una casa y dejar de viajar. Johnnie, que tiene 44, se le rio y le dijo: no! cuando tengas 40 vas a querer seguir vagabundeando por este planeta como yo. Raffi cuenta como cuando cruzan los paises en bicicleta el se tienta de frenar a hacer musica en cada estupida aldea que aparece en el camino. Johnnie dice que siempre el es quien entra primero en los cafes o cantinas para ofrecer su numero. Un hombre prolijo con su contrabajo, inspira respeto que ciertamente no aciertan a inspirar Channingy Raffi, que mas que otra cosa parecen dos punkies con sus instrumentos quien casi siempre son hechados a patadas.