Las calles de Bandar-e-Torkman están literalmente repletos de pescados.
La ensalada está siempre convenientemente cerca.
Orgulloso de ser fotografiado, un vendedor local victoriosamente eleva sus verduras, mientras espera que se invente la mesa.
Nunca Steven y yo nos vimos tan ridículos…

Tal como en casa, a nadie le alcanza el dinero para comprar DVD originales, por lo que la gente compra y vende copias en la calle. Si algún productor de Hollywood cree que es ético gastar 20 millones de dólares en una película nosotros, los habitantes del patio trasero del imperio, creemos que es ético conseguirlas gratuitamente. Como mucho compraremos una reproductora de DVD.