¿Listos para caminar por Caracas con los Acróbatas del Camino? Desde que volvimos a entrar en Venezuela, hemos pensado mucho y escrito aún más –en nuestros diarios- sobre las impresiones y sensaciones que nos produce la realidad venezolana. Pero lo que sigue no es un análisis monográfico, sino más bien un índice de temáticas que trataremos más a fondo en el próximo libro. Desde el robo estamos viajando sin computadora, y por ende compartiremos con Uds –momentáneamente- escritos más escuetos. Los comentarios que siguen no pretenden juzgar el proceso bolivariano, sino más bien enumerar algunos aspectos que nos llaman la atención.
Es imposible recorrer Caracas sin confrontarse a cada metro con la iconografía del régimen chavista y la Revolución Bolivariana. La faceta estética de este momento político no deja de cautivarme. En primer lugar, sorprende la constante pose de Bolívar en cada mural, en cada grafitti. La profusa representación pictórica del fundador de la Gran Colombia, de aquel genial soñador de una Patria Grande, me inspira cierta sospecha. No por Bolívar en sí, a quien admiro, sino por su espontánea resurrección. Los venezolanos tienen una materia exclusiva en la escuela para estudiar la personalidad, fisonomía y pensamientos de Bolívar. ¿Sólo un ejemplo más del culto a la persona y devoción por el paternalismo de la idiosincrasia latina? Sean Ustedes los jueces. En todo caso, es preocupante que sea necesario tirar el ancla tan lejos, 200 años atrás para encontrar un momento de pureza, un personaje de cuya probidad y honradez nadie pueda tener dudas. Una imagen detrás de la cual parapetarse con fuerza. Por ello, algunos aquí dicen que su nombre ha sido usurpado, manoseado, para forjar la República Bolivariana de Venezuela. Otros, en cambio, creen que el régimen encarna verdaderamente la ideología del prócer. Siempre descreí de los próceres, pero al margen de las intenciones legitimadoras que esconden sus retratos, es rescatable el intento de darle a la gente una brújula que corrija la notable afiliación popular con el American Way of Life. Entre los murales que más me han gustado están aquellos que combinan a Bolívar con indígenas pemones, o estallan en policromáticas representaciones de colibríes, guacamayos y otros íconos tropicales que definen la inserción de Venezuela en el continente latinoamericano.
Otro párrafo merecerá seguramente la omnipresencia de Chávez en afiches, carteles y murales. La última vez que vi tantos autorretratos fue en Medio Oriente, donde no hay negocio que no ostente una foto del presidente de turno. Los grafitis son todos pagos por el gobierno, y casi no se observa arte callejero independiente. Más allá de lo que uno opine de su gobierno, es bien clara la intención de volverse parte del paisaje, de hacerse necesario, “en todos los segundos, en todas las visiones”, de estar en la pupila y la memoria, y controlar como una pieza de ajedrez que realiza su jugada hacia dentro. Como en “1984” de George Orwell, el tipo aparece por televisión dando discursos de hasta nueve horas. Hay gente que encuentra sumamente instructivas sus consejos para ducharse sin derrochar agua, y otros se emocionan cuando recuerda su infancia junto a su abuelita. El programa de televisión se denomina “Aló Presidente”. El elemento populista es innegable, pero también es un llamado de atención a la fría distancia tecnocrática que los gobiernos anteriores mantuvieron con su pueblo. Cabe preguntarse si la cercanía con el pueblo es sinónimo de eficiencia, y puede que algunos prefieran el modelo europeo, donde los políticos desempeñan sus funciones con etiqueta sin arengar masas ni arremangarse la camisa. En todo caso, es pintoresco que el país de las telenovelas haya también encontrado una manera televisiva de expresar su versión de la democracia.
La obsesiva repetición de los lemas y rótulos, como “Que siga la revolución” o “Hecho en Socialismo” también crean una atmósfera de adoctrinamiento ubicuo. ¿Qué tan socialista es la idiosincracia del venezolano promedio que es necesario recordarle todo el tiempo, como un mal alumno, que debe vivir en revolución? Ese es, quizás, el tema más fascinante de analizar. Hasta qué punto las prácticas sociales reflejan una intención socialista, aquí en Venezuela. Al margen de lo que nos gustaría ver, de lo folclórico de los lemas de integración latinoamericanas, hay una realidad: la revolución bolivariana es una semilla plantada en el país del petróleo, del béisbol y de las Miss Universo, del fetiche de vivir como en Miami y de un materialismo e individualismo que sorprendería a quienes tienen una imagen de Venezuela germinada dentro del enamoramiento a priori que sólo puede conferir la distancia. Beneficiarse del socialismo y creer en él –o a secas comprenderlo- son dos cosas distintas. Quizás el gobierno chavista sea el primero en reconocer la torpeza de su pueblo para el socialismo. Desde este punto de vista, podría decirse que los grafitis son una muleta, un tutorial hacia un cambio de ética necesario, una revolución en busca de su pueblo. Otra lectura, sería que el gobierno simplemente rinde cuentas de sus obras a los ciudadanos. Y, quizás, se trate de ambos fenómenos.
Pasando al rubro alimenticio, algo elogiable es el surgimiento de líneas de productos económicos, identificados con el ícono de “Hecho en Socialismo”, producido por empresas gestionadas por el gobierno. Algunas de ellas han sido expropiadas. Un caso paradigmático son los cítricos y lácteos “Los Andes”. Históricamente Venezuela ha importado absolutamente todo. Confiándose en las divisas del petróleo, nunca se desarrollaron ni la industria ni la agricultura. En consecuencia, la seguridad alimentaria del país sigue aún hoy comprometida y los alimentos son caros. Algunas medidas del gobierno tienden a la revitalización de esta agricultura moribunda, y a la venta subsidiada en abastos del estado llamados Mercal.
Aquí, junto a un local de la cadena de “areperías” estatales. En Venezuela, como en Argentina, sentarse a comer a un restaurante es un lujo. Por eso, una línea de comedores estatales no es mala idea, para poder acceder a un menú nutritivo, comida de olla, lejos del choripán al paso o el pancho. Ojalá algún día los argentinos entremos en esa etapa “after choripan”… La otra foto es del “Café Venezuela”, donde se vende café “hecho en socialismo”. La leyenda en el salón lo dice: “Los productos que se ofrecen en este espacio provienen del esfuerzo de hombres y mujeres que se esfuerzan por construir la patria socialista”.
Caminando por la ciudad, uno va encontrando puntos en los que la Revolución Bolivariana se traduce en resultados concretos. Algunos son dignos de imitar. Desde que ingresé al país entendí que debería aprender a perdonar la estética militaroide del régimen y sus políticas de control social para reconocer algunos aciertos. Me refiero, en primer lugar, a la nacionalización de CANTV, la empresa de telecomunicaciones. Con una tarjeta telefónica de 5 Bolívares se puede hablar 20 minutos a un teléfono fijo, y todos los teléfonos funcionan correctamente.
Pasando al rubro alimenticio, algo elogiable es el surgimiento de líneas de productos económicos, identificados con el ícono de “Hecho en Socialismo”, producido por empresas gestionadas por el gobierno. Algunas de ellas han sido expropiadas. Un caso paradigmático son los cítricos y lácteos “Los Andes”. Históricamente Venezuela ha importado absolutamente todo. Confiándose en las divisas del petróleo, nunca se desarrollaron ni la industria ni la agricultura. En consecuencia, la seguridad alimentaria del país sigue aún hoy comprometida y los alimentos son caros. Algunas medidas del gobierno tienden a la revitalización de esta agricultura moribunda, y a la venta subsidiada en abastos del estado llamados Mercal.
Aquí, junto a un local de la cadena de “areperías” estatales. En Venezuela, como en Argentina, sentarse a comer a un restaurante es un lujo. Por eso, una línea de comedores estatales no es mala idea, para poder acceder a un menú nutritivo, comida de olla, lejos del choripán al paso o el pancho. Ojalá algún día los argentinos entremos en esa etapa “after choripan”… La otra foto es del “Café Venezuela”, donde se vende café “hecho en socialismo”. La leyenda en el salón lo dice: “Los productos que se ofrecen en este espacio provienen del esfuerzo de hombres y mujeres que se esfuerzan por construir la patria socialista”.
Y aquí el gran artífice y a la vez culpable de todo: el petróleo. Su descubrimiento, por azar en una hacienda cafetera en 1870 fue realizado por un médico que transitaba los pueblos del Estado Táchira a lomo de mula. Pronto la Royal Shell y la Standard Oil se disputaban las concesiones petroleras, y cuando el General Castro anuló los contratos en 1900, estas mismas compañías financiaban golpes militares. Hoy, y desde antes de Chávez, el petróleo en Venezuela vale más barato que el agua. La foto lo prueba: 38 litros = 3 Bolívares, que son 1,50 Pesos Argentinos. Una frase de la era bolivariana es “El Petróleo es de todos”. De su exportación depende el pan de cada día de los venezolanos y el presupuesto nacional. Pero también es culpable de la falta de producción interna, de la importación de casi todo, y hasta explica por qué Venezuela es el único país venezolano donde el béisbol es el deporte nacional…
Si una medida me parece realmente acertada es la producción subsidiada de libros. En las “Librerías del Sur”, se pueden conseguir libros por el equivalente a un peso argentino. Poesías completas de Alfonsina Storni o una compilación de poetas rumanos. El espectro es amplio y si bien el catálogo está altamente politizado, el tamiz es lo suficientemente permisivo para admitir buena parte de la literatura universal. No pudimos dejar de comprar algunos libros que sólo Dios sabe cómo cargaremos… Lo mismo sucede con los museos y los parques nacionales, gratuitos en su totalidad.
Uniformes y más uniformes. Caracas es un desfile constante de militares. Guardias nacionales, guardias patrimoniales, milicias bolivarianas, uno pronto aprende a identificar sus divisas y colores. De hecho, me sorprende cómo el régimen goza de simpatía internacional entre gente joven que, en otros países, se declara en contra de los gobiernos militares. Es verdad que Chávez subió a las urnas democráticamente, pero muchas de sus medidas tienden a la militarización de la sociedad civil, como la reciente creación de las milicias bolivarianas. Este cuerpo de reserva incorpora a los beneficiarios de los planes sociales, adultos mayores (foto), etc. (Peligroso! muy peligroso! No olvidar que la militarización de civiles fue un capítulo inaugurado por Mussolini y Hitler) La toma de decisiones también es estilo castrense, y no se produce por consenso sino –muchas veces- por súbitos pataleos, decretos e iluminaciones mesiánicas, que a veces descienden sin debate previo a través de la cadena de mando como una cascada.
La semana pasada, de hecho, se conmemoró con desfiles militares el intento de golpe de estado de 1992, en el que Chávez lanzó un fracasado zarpazo al poder. Celebrar un golpe militar es una curiosa manera de afianzar la democracia. Pero claro, el tipo guiña un ojo, se hace el simpático, y en el mejor tono de culebrón afirma que eso no fue un golpe militar sino “un arrebato de amor por la Patria”. Las pancartas intentan reescribir ese episodio asociándolo dudosamente a la esperanza y al amor. Pero en los desfiles no marchan enamorados, sino que el cielo truena con cazabombarderos Sukoi de fabricación rusa, las calles de tanques de guerra y empleados públicos a quienes sus jefes obligan a marchar con remeras rojas… Como sea, en Venezuela, el control de la información, la guerra a los medios opositores, la corrupción y el tácito intercambio de votos por “misiones” (versión local de los subsidios) hacia las clases más bajas, hacen que muchos venezolanos piensen que están ante una dictadura. La gente mira muy bien alrededor antes de expresar su opinión política. Tampoco, claro está, hay propuestas firmes de una oposición constructiva. Dede fuera, hablar tanto a favor como en contra es fácil. Y desde dentro, también es tentador alabar el romanticismo del régimen, sabiendo que uno tiene el pasaporte para irse, o renegar desbordadamente sin haber vivido este cambio…
Ley de precios justos: una medida del gobierno para vigilar a los privados. La idea es buena, sólo que nunca se sabe cuando se usa como instrumento político contra comercios de opositores y cuando se aplica con imparcialidad.
Cerramos este post con una foto de “Tierra de Nadie”, como le dicen al campus de la Universidad Central de Venezuela. Lo cierto es que al revés del nombre, todos hacen uso de este espacio público, donde no hay ninguna clase de vigilancia, y los grupos de estudiantes fuman hierba sobre la hierba, hacen malabares. La universidad no sólo es pública y gratuita, sino que el comedor dispensa almuerzos gratuitos para todos los que muestren un carnet.
Seguimos recorriendo Venezuela… ¡Gracias por acompañarnos!
Me gusto mucho este artículo..siendo venezolana veo que has sabido captar lo que va pasando. Aunque algunas cosas han ido cambiando en esta metamorfosis indefinida en la que se está convirtiendo Venezuela. Mucho ha cambiado y no para bien. No se si alguna vez regreses y tu mismo puedas palparlo. En estos momentos? un país revuelto.
Muchos saludos desde Valencia, Venezuela.
Hola Juan!. Te comento que ayer volví de Venezuela. Estuve un total de 26 días recorriendo parte del país. Me hubiese gustado estar más tiempo pero me quedé sin dinero de lo que me había llevado. La verdad que me rectifico de lo dicho en mi primer comentario. Me fue imposible no tomar partido de forma crítica acerca de lo que sucede en ese país. Y también, si bien no necesariamente todo el tiempo, creo que es muy interesante dar opiniones (siempre que sea de forma honesta) de los sitios que uno visita. Todavía sin conocerlas, pero por el imaginario que uno tiene, por momentos sentía que me encontraba en una especie de esas dictaduras árabes. Quizá en sus momentos líderes como Gadafi habrán comenzado de la misma forma, no lo sé.
Te dejo en mi fanpage: facebook.com/vidasenuna por si te interesa mirar, los distintos post sobre Venezuela que hoy terminé de subir.
La verdad que ningún otro país me resultó a la vez tan interesante, intenso y estresante como Venezuela de los que hasta ahora recorrí.
Te dejo un abrazo grande y saludos de viajero!.
pd: Estoy siguiendo desde el fb tu viaje por África y cuando leí tu artículo de el Lago Tana en Etiopía me sorprendió lo oportuno que esa lectura había llegado a mí por lo que también yo había vivido en Venezuela.
Tiene sentido: Gadafi fue muy amigo de Chavez, quien había elogiado su libro, en el que a su vez Gadafi se elogiaba a sí mismo. Lo usual en gente que ocupa tronos. Está bueno rectificarse, yo le he hecho miles de veces, también llegué a creer en paraísos. pero bueno, desidealizar es el primer paso para construir alternativas reales y realistas. te mando un abrazo desde Kenia!
Hola Juan!. No es la primera vez que te escribo, ya sea a través de este sitio o por mail. Como siempre, gracias por inspirarnos a viajar haciendo (la mayor parte de las veces en mi caso) autostop. Actualmente estoy en Colombia, Santa Marta, y con unos amigos vamos a ir para Venezuela en un par de semanas.
Como este sitio es un lugar de referencia para mí, quise entrar para poder terminar de armar la ruta que tracé para Venezuela (algo que no suelo hacer mucho, pero es a modo de bosquejo para saber qué rumbos tomar). La verdad que me sorprende lo poco que visitaron de Venezuela (quizá fueron por otros lugares más que no están en el sitio) y quería preguntarte si eso fue por la mala experiencia con el robo a Laura o simplemente porque no les interesó seguir recorriendo más.
Ahora nosotros vamos a entrar en un momento delicado de Venezuela (más allá de lo favorable del cambio por lo terrible de devaluada que está la moneda), pero yo en lo personal decidí ir aunque sea solo porque entiendo que tampoco es Siria, y que en muchos otro lugares, como en Colombia mismo, se viven iguales o peores situaciones (hablando en cuanto a lo que son el crimen y la violencia), pero me animo a decir que por sus gobiernos de derecha que tienen el guiño de muchos sectores de poder, son países que tienen un mejor márketing.
Veré la forma en que relato mi paso por la patria bolivariana, pero siempre trato de ser lo más objetivo e imparcial posible (cosa que no veo tanto en esta nota), y digo que veré cómo saldrá porque sí es indignante la realidad que se vive hoy en ese país con presos políticos y una sociedad militarizada y reprimida.
Por si puede ayudarle a alguien, el link del mapa que terminé de armar es:
https://drive.google.com/open?id=1b_mCBQRkm_lCcpyXJ_eNlh1aPOA&usp=sharing
Y mi sitio en donde voy publicando algunas de las experiencias de mi viaje es:
facebook.com/vidasenuna
Saludos!
Hola Pablo. Mucha suerte por Venezuela! Te agradezco mucho la confianza de siempre, pero me parece importante señalarte un detalle: en esta nota no encontraste objetividad porque no me interesa ser objetivo. 🙂 Nunca fue mi idea. Este es, de hecho, un blog de viajes. Cronico mi vagabundeo en primera persona y deliro y puteo. Desde hace 11 años vivo viajando y comparando y analizando y me gusta compartir con mis lectores mis conclusiones,que son personales a toda honra. Te recomiendo que te desnudes de prejuicios (del tipo «seguro que en Colombia es igual de inseguro pero tiene peor marketing» 🙂 para poder sacar tus propias conclusiones y para que no te agarre de sorpresa Venezuela. Cuidado con la policía, a la mayoría de mis conocidos les robaron ellos! Buenos caminos!
Juan, gracias por tu pronta respuesta y por la honestidad con la que contestaste. Serán tomados tus consejos. Abrazo grande y a la vuelta haré otro comentario sobre mi paso por Venezuela.
Este post me repugna de pies a cabeza, simplemente porque dices la verdad. Me encanta tu trabajo, me considero enamorada de la magia de #3TravelBloggers y soy fiel seguidora de Los Viajes de Nena; pero ni todo mi cariño y admiración por ti y tu novia pueden hacer que este post deje de dolerme en el pecho, en las sienes, en el alma. Tengo 21 años, crecida en el seno de una familia opositora, estudiante de una universidad pública y asqueada de todo lo que la revolución ha traído. Esto no es un comentario político, es más una catarsis, un despecho, un «guayabo» (como le dice en mi país al desamor) por todo el proceso político-militar que hemos tenido que vivir. Gracias por describirlo, mejor no lo pudiste hacer. Exquisito. Muchas gracias Juan. Espero puedas conocer luego (si aún no lo has hecho) Canaima, El Roraima, Isla La Tortuga o Mérida. Siempre estaré infinitamente agradecida por plasmar en tu blog las crónicas de una Caracas que muerde. Un abrazo.
jaja me encantó tu catarsis digital! Es bueno que alguien que vive allí encuentre mis palabras precisas. Intenté describirlo sin ninguna afiliación política y sin filtros. Te mandamos un abrazo desde Tanzania!
Hola Juan, querido amigo, aquí en Venezuela es toda una guerra pero por el poder entre dos bando que quieres tomar el mando, quizás alguno tiene mas razón que el otro pero lo cierto es que esta confrontación esta haciéndole mucho daño a Venezuela, que es mi hermoso y gran país. Hay muchos que sales de aquí buscando nuevas oportunidades y aquellos tiempo en que nos visitaban esta quedando poco a poco a tras. Tu post esta realmente bien hecho y espero puedas en poco tiempo hacer otro buen artículo de mi Venezuela amado pero con una tónica de … Ya paso todo. Un beso desde Venezuela.
Nada quisiera más que escribir ese psot con tono de «ya pasó todo». Un abrazo desde Tanzania!
Me gusta el blog pero en este espacio te dedicaste solo a hacer críticas al gobierno, eso de decirle regimen me choca en la vista… me voy al blog de laura mejor jajajajaja saludos!
Ojalá los venezolanos tuvieran que lidiar sólo con la dureza de una palabra y no con su contenido! jaja Un abrazo desde Sudán!
Epa Juan, saludos desde Venezuela. He estado siguiendolos por redes sociales desde hace poco ya que también estoy planificando una ruta por Sudamérica y estoy recabando la mayor cantidad de info posible. Aunque ya ví en youtube que no volverías acá tengo que decirte que si lo haces algín día tienes que conocer la Gran Sabana, subir el Roraima y llegar al Salto Angel, el salto de agua más alto del mundo. Para descansar te recomiendo un pueblito limítrofe con Brasil llamado El Paují. Allí pregunta por el Campamento 13Lunas donde Isabel y Paulista tienen una fabrica artesanal de incienso de Tacamajaca, un arbol de la selva. Les puedo ayudar en lo que me sea posible. Un abrazo hermano.
Muchas gracias por la información. Anoté todo, y seguro además le sirve a otros lectores. Un abrazo hermano!
Hola Juan, Laura. Espero se encuentren de maravilla por el Oriente Venezolano, es John; estuvimos charlando en playa Arapito un buen rato sobre la situación de Venezuela y la percepción del socialismo, la demagogia de HCh y muchas otras cosas que en fin, pude corroborar en tu post, efectivamente tienes relatos muy acertados de lo que se vive hoy en día en Venezuela, más allá de los murales el régimen trata de imponer con cierto narcisismo ideológico una utopía, una teoría basada más en ilusión que en realidad, no obstante es interesante que hayan tenido la oportunidad de venir a Venezuela en estos momentos, considerando que estamos en un año de cambios, cambios que para bien o para mal, solo la historia lo dirá, lo cierto es que el Venezolano ya está creyendo menos en ilusiones y se está conectando más a la realidad, desafortunadamente Latinoamérica parece no salir de las crisis y los altibajos políticos cíclicos atrasan el progreso de los pueblos.
Un abrazo y les seguiré el paso más adelante.
Les dejo mi blog de ensayo y fotografía: http://photodermis.blogspot.com/
John & Daniela
Por cierto comentando las fotos me ha encantado la de los tres niños sentados , en especial el niño de en medio , ¿ estaría harto de tantas cadenas? jajaja.
Y por otra parte si sigues por Venezuela , ¿ Cómo has vivido las Primarias ? ¿ Has visto algo que te haya llamado la atención?.
Que sepáis que tenéis na lectora más.
Espero que estés disfrutando de mi país. Me encanta tu descripción de como es en realidad. Con respecto a lo de Chavez , bueno , no dudo que haga cosas buenas por el pueblo. Pero cuando se coartan la libertades de otros , cuando se genera odio hacia una parte de la población realmente se siente como una dictadura.Os animo desde España a que visitéis el interior del país , por el río Orinoco, etc.
Juan: lejos de ser chavista y de ser pro-militarización- y menos de la vida cotidiana-, creo que es conveniente revitalizar la defensa militar de toda la región del Mercosur (y «bolivariana»). Y, por otro lado, robustecer un equipo diplomático que sea lo suficientemente hábil para negociar por la vía pacífica.
Excelente postal hermano. Viva el librepensamiento.
Buena observacion del regimen en Veneuzuela. Hay bueno y hay malo en el pais como en todos lados. Pero es seguro que Hugo Chavez y sus amigos son el 1 por ciento de alla como los politicos y empresarios de todos los paises de este continente y de todo el mundo. Y ese porciento no va a dejar nunca de olvidarse de si mismo para mejorar sinceramente sus sociedades respectivas. Es un juego enfermo. Donde estan los reyes filosofos que fueron propuestos por Platon? Mejor dicho, donde esta el pueblo filosofo? Todo cambio verdadero vendra de un pueblo astuto.
Saludos, Juan. Que la pases bien en Venezuela.
Eric
Excelente hermano su Visión Acróbatica de La República Bolivariana de Venezuela… Los Chavista dirían que usted es un representante Pitiyanki, del Imperialismo Mesmo… Y los opositores lo etiquetaria de Jalamecate del Regimen…
Al entrar a su Blog, lo hise motivado a conocer y aprender de los espertos Vagabundo del Camino, sueños pospuesto por mí y que pretendo realizar a mís 47 años de edad. Sueño que nacio desde niño despues de ver una Pelicula Argentina Uruguaya, llamada «Los Mochileros» que me cautivo.
Espero seguir aprendiendo de ustedes, que Dios y el Universo los Bendigan, Ciudadanos del Mundo.