A la mañana siguiente caminamos con Josefina y Regina hasta Maragua, adonde asistían a la escuela. Pasamos bucólicas cabañas de piedra con maizales y breves trigales. Cada casa está rodeada de corrales, y todo el camino está delimitado por muros de piedra. La piedra, acaso el átomo del imperio inca. Sobre una pirca nos sentamos […]
