Caminamos luego por la cancha (mercado) y el akllawasi, la casa de las elegidas para sacrificios humanos. Me emociona pensar que son las primeras pinceladas incas que observamos en este largo peregrinaje sudamericano. Luego devuelvo mi mente al presente. Me pregunto acaso si el mismo dualismo andino que impulsó a los incas a construir templos simétricos en cada extremo de la roca no es el mismo que inconscientemente promueve la percepción de una Bolivia irreconciliable compuesta por una “media luna fértil”, cuna de terratenientes cruceños y tarijeños, y por una Bolivia andina, despojada, víctima y dependiente. Las diferencias son reales. Que una Bolivia sea causa de la otra, culpa de la otra, me parece en cambio una aventura dialéctica fácil de pronunciar en la segunda cerveza, pero difícil de demostrar. Sobretodo cuando hasta 1954 Santa Cruz era un pastizal abandonado sin conexión vial a La Paz ni mercado externo. Estos gemelos que tanto se pelean, nacieron juntos. Y nadie les ha enseñado a ser hermanos. La mutua avaricia los consume. Los cruceños olvidan que fueron las regalías mineras de Oruro y Potosí las que se utilizaron para desarrollar el Oriente en los años 50, en tiempos del MNR, y ahora se niegan a devolver el gesto. El actual régimen –a su vez- hace flamear con fuerza la whipala, el emblema de la diversidad, pero en el transfondo se siembran semillas de encono y desconfianza hacia el Oriente. Mientras el socialismo soviético rigió un estado plurinacional compuesto por rusos, uzbecos, tajiks, armenios, ucranianos, lituanos, etc, en el que se esfumaban las barreras de la raza, parece haber cierta intención dentro del socialismo paceño a enfatizar (aprovechar) estas diferencias en su retórica, en cada discurso de campaña que agrede a los cambas, y cuyo eco desde el Oriente es la palabra kolla utilizada como insulto. Pues bien, con kollas y terratenientes no armamos un país. La Bolivia real, diversa pero hermana, sigue esperando, demandando concesiones de ambas partes, y anidando quizás en las ilusiones de los más prudentes.
Viajamos de Santa Cruz a Samaipata para conocer su Fuerte, un centro ceremonial y administrativo prehispánico que fuera el límite oriental del Imperio Inca. Para nosotros, que venimos de explorar la región chaqueña tanto argentina como paraguaya, el sitio es un hito, un bautismo hacia el universo andino en que nuestros pasos se aventuran. Esta vez somos cuatro, pues nos acompañan Queralt y Edgar, una pareja catalana. Ante la mirada incrédula de los operarios del peaje no tardamos más de 10 minutos en subirnos todos a un camión que nos lleva en su caja junto a una colección de cabeceras de cama. Desgajamos mandarinas mientras disfrutamos del sinuoso paisaje, aun típico de las tierras bajas, con algunas ondulaciones. Cuando llegamos es de noche y ponemos en marcha nuestros radares para ubicar las referencias que nos dio Pedro Pajarito: Primero vemos el enorme cartel de Evo Morales, que asegura “Evo no se cansa, Bolivia avanza”, luego aparecen, tal como apresuradamente bosquejado por el dueño de casa en Santa Cruz, la puerta de alambre junto al árbol de flores violetas. Nuestro anfitrión es un clown belga que vive en Bolivia hace años, y que además de clown parece ser un asceta, según deduzco de su mínimo hogar y por la bolsa de dormir tendida en el suelo que hace las veces de cama. Afortunadamente para nosotros, en un cuarto contiguo aparece un colchón de dos plazas. En el cuarto encontramos todo lo necesario para fabricar sonrisas y miel: de los muros cuelgan narices de payaso, aros de ula ula, y un traje de apicultor.
Al día siguiente caminamos unos 7 km hasta el fuerte. Fueron los chanés, una etnia de la familia arawak, de las tierras bajas, los primeros que otorgaron a esta roca un fin ritual, modelando figuras que hacen de esta roca monolíticala roca tallada más grande del mundo, con sus 220 metros de largo. En ellas tallaron canales para honrar al dios de la lluvia y también jaguares. En el 1300 llegaron los incas, quienes se unieron a los chanés para resistir los embates de los guaraníes. Es inevitable percibir que estamos en un escenario de confrontación histórica. Parado sobre la inmensa roca y avistando cerros arbolados hacia el este, me doy cuenta que los incas de las tierras altas se enfrentaron a los guaraníes del chaco como hoy la Bolivia altiplánica se define casi por oposición a Santa Cruz y sus cambas de las tierras bajas. Casi simultáneamente, es la frontera entre la Bolivia próspera y los empobrecidos departamentos de Chuquisaca, Potosí, Oruro y La Paz. El mimo teatro, distintos personajes. En todo caso, a lo largo de la historia, en Samaipata se han articulado las tres grandes regiones sudamericanas: los Andes, la Amazonía y el Chaco.
Claro que los incas no fueron meros espectadores en la historia de Samaipata, sino que aprovechando que los cahné les dejan el sitio en agradecimiento añaden sus figuras, como el coro de los sacerdotes, una ronda de asientos para que los sabios sacerdotes incas observaran las estrellas a través de su reflejo en una pileta circular de agua, con el fin de calcular solsticios y equinoccios. Algunas figuras se encuentran grabadas simétricamente a ambos lados de la roca. El arqueólogo del sitio, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, me explica que eso obedece a la ley de la dualidad, pilar de la cosmovisión andina. Es simbólico que escuchemos hablar de ella aquí, en los albores de los Andes. El hombre andino ha organizado al universo en pare opuestos y a la vez complementarios, como hembra-macho o sol-luna. Además nos nombra otra ley, a la que poca atención prestamos en el momento, que es la de la reciprocidad. Comprenderla, aún no lo sabíamos, iba a ser una llave hacia la comprensión de Bolivia.
El crecimiento de Santa Cruz nace bajo el mando de movimientos civicos q reclamaron al gobierno central sólo un 11% de las regalias por concepto de petróleo y gas de SANTA CRUZ.
Esa idea de que el progreso del Oriente es gracias al Occidente, no solo los ha llenado de resentimientos infundados y falsos. Y leer que el resto del mundo se los cree también el algo irrisorio.
Pero ya que hay un libro de por medio favor indagar en esto:
Todo el Oriente Boliviano siempre fue un lugar desolado y olvidado por los gobernantes de turno.
Que cambió? En Santa Cruz, que su gente q se agrupó formó cooperativas y con ese pinche 11% (del gas y del petróleo que estaban en nuestro territorio), dio primeramente pavimento y alumbrado PUBLICO a la ciudad.
Después siguieron con lo que trajo realmente el cambio: las famosas cooperativas de Luz, Agua y Teléfono, hoy modelos a nivel mundial.
De donde viene nuestro sentido de autosuficiencia? De nosotros mismos.
El departamento del Beni no tiene recursos naturales, pero creció gracias a su ganaderia.
El progreso lo dicta uno mismo con su trabajo y siempre con más trabajo!
Hola Ariel!
Por ahora esos son los únicos relatos de viaje. De hecho, Tango en Tíbet fue una edición limitada y actualmente agotada. Estamos recorrriendo América para publicar un nuevo libro, ojalá, el año que viene…
Juan Manuel:
También me opongo a los separatistas cruceños. Para mí las regiones de un mismo país deben ser solidarias entre sí. Más allá de mi simpatía por el programa de gobierno de Evo, no puedo dejar de transmitir el descontento que escucho de la mayoría, para intentar ser lo más fiel a la realidad posible. No es todo rosa por aquí, aunque me gustaría que lo fuera.
Seguimos viajando juntos!
Juan y Laura
Hola chicos! Como andan? Suerte en esta etapa del viaje. Realmente es genial lo que están haciendo y los quiero felicitar, más alla de leer sus posts.
Queria preguntarles… Tengo Vagabundeando y Tango en el Tibet. Realmente me encantaron los dos. Hay mas relatos de viaje suyos que se puedan conseguir? Como?
Gracias y suerte!
Ariel
Hola Juan!
Me gustó mucho el post aunque creo discrepar contigo.
Está claro que soy un «defensor» de Evo y opositor a los separatistas pero vos estás ahí viendo en primera persona lo que uno intenta interpretar a través de la web, la TV o los diarios.
Por otro lado me parece una buena idea tu comparación dialéctica entre pasado y presente. Pero quisiera sugerirte que revises lo que decís de la URSS, a mi entender si la unificación rusa se logró fue en base a una ferrea represión, sin que por ello no hubiera enconos entre las diferentes naciones y, recordá, que sus diferencias afloraron y fueron visibles cuando el brazo represor soviético cayo.
Bueno che, les mando un abrazo y nos seguimos leyendo.