QUE LLEVAR EN LA MOCHILA PARA UN VIAJE LARGO

que llevar en la mochila

¿Qué llevar en la mochila para un viaje largo? ¿Cómo la armo? ¿Llevar o no llevar la carpa? ¿Vos cargás una cocina o comprás comida hecha? ¿Y la guitarra? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que recibo en mi correo de aquellos que por primera vez afrontan los preparativos de equipaje para un viaje largo. Aunque cada caso es distinto y no hay reglas rígidas a la hora de hacerse a la ruta, tras 16 años de vuelta al mundo tengo algunos consejos y trucos que compartir con la comunidad mochilera.

La Maga -mi mochila- y yo hemos recorrido ya 96 países y unos 185.000 km, la mayoría a dedo. En ese tiempo y tras mucho ensayo y error he logrado optimizar bastante esa lista de imprescindibles que son mi autonomía y confort en el tiempo que estoy en ruta. También he aprendido que viajar con una mochila, agrega un mínimo de peso sobre nuestros, pero aligera el alma.

Quizás por eso la primera vez que me puse una al hombro sentí que me crecían un par de alas. Veamos ahora como hacer que estas alas sean lo más funcionales posibles.

Una mochila para cada viaje

No hay una fórmula universal y lo que vayas a empacar en la mochila depende del tipo de viaje que va a buscar. No te dejes influenciar sin analizar tu propia situación, ni por los que se jactan de que viajan con una mochilita de 40 litros con dos trapos ni por los campamentistas old school que llevan hacha para cortar leña y caña de pescar.

Cada viaje es distinto: no es lo mismo irse a Europa o al Sudeste Asiático por 3 meses, quedándose en hostels o usando Couchsurfing y sin necesidad de cargar carpa, que irse a recorrer Latinoamérica con un bajo presupuesto  y la determinación de acampar lo máximo posible. A mayor independencia y autonomía, por lo general, mayor peso en la mochila.

Ahora bien, también hay mitos sobre los destinos. Por ejemplo, mucha gente cree que en Europa la única opción es ir a hostels, y la verdad es que yo Europa la recorro siempre a dedo y acampando de forma gratuita, sin ir a campings oficiales. (Aquí te dejo consejos para recorrer Europa con bajo presupuesto)

Los consejos que comparto en este artículo sobre «qué llevar en la mochila» se basan en mi estilo de viaje. Realizo viajes largos, normalmente de un año o más. Uso Couchsurfing y a veces voy a hostels pero con cierta frecuencia acampo o apelo a la hospitalidad espontánea (siendo la carpa la red debajo de la pirueta cuando esto no funciona).

Por ende, mi equipo está formado por una mochila de 75 litros Berghaus BioFlex ProSeries y una mochila pequeña delante. 

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Una opción de mochila mediana

Si vas a viajar sin carpa ni bolsa de dormir en modo eurotrip o al Sudeste Asiático pagando siempre por alojamiento, te puede convenir una mochila mediana de aprox. 40 litros, ideal para países cálidos que requieren poca indumentaria. (De todas formas yo llevaría siempre, por regla, una mochila bien pequeña delante con cámara, pasaporte y todo lo que jamás dejarías en un alojamiento o en el techo de un autobús en India.

Entre estas opciones, además de las habituales mochilas comerciales me llamó la atención la Shell Backpack de TropicFeel, que puede expandirse de 22 a 40 litros según las necesidades y vienen con soluciones muy astutas, como módulos de almacenaje de ropa extraibles (como un mini guardarropas que se puede colgar de una percha en el hostel para ordenar tus cosas y volver a meter en la mochila cuando seguís viaje). No son budget, pero lo bueno vale, como no me canso de decir. Vale la pena echar un vistazo a otros accesorios que ofrecen en su tienda.

Check Carpa

Prometo escribir un día un post dedicado enteramente a cómo sacarle todo el provecho posible a la carpa en un viaje. (Mucha gente la usa solo en campings o en entornos naturales aislados, pero hay un uso social y urbano de la carpa muy poco explotado). Al grano: llevo siempre una carpa pequeña, tipo iglú, que pese no más de 2 a 2,5 kg. Desde 2009, este labor de casa portátil lo cumple una Rock Empire «Alaska«, de fabricación checa. No se vende por internet, pero abajo te recomiendo similares.

Dónde la llevo: La transporto amarrada a las correas del compartimento inferior de la mochila. Si la llevás en otra parte, considerá que la distribución del peso debe ser simétrica.  Si viajan sólos, pueden incluso comprar una carpa tipo túnel, que pesan menos  de un kilo, y pueden cargarse dentro de la mochila.

¿Qué carpas recomiendo? Olvidate de carpas canadienses, o de esas circulares que se abren solas pero requieren la intervención de cuatro luchadores de sumo para cerrarlas.  Buscá un iglú liviano, con varillas de aluminio (no de plástico) y cubretecho. No recomiendo carpas baratas vendidas en supermercados, ni los modelos más económicos de Quechua. Si va a ser tu casa todas las noches, querés algo cómo y fácil de armar.

¿Me conviene una carpa tipo túnel o tradicional?

Además, tenés dos opciones: carpas con diseño túnel o iglús tradicionales (varillas en cruz). Las primeras tiene dos varillas paralelas, con arcos de distintos tamaños de manera que podés apuntar la cola de la carpa al viento. Es un diseño aerodinámico que se justifica si vas a hacer trekking en altura o acampar en zonas ventosas. Tiene la desventaja que no las podés armar sin clavar estacas (osea que necesitás sí o sí encontrar césped o tierra).  

Un iglú tradicional tiene menos aerodinamia pero te sirve mucho más si vas a usar la carpa en situaciones imprevistas, incluso urbanas. Decenas de veces he acampado adentro de casas, en patios, escuelas, playas de estacionamiento, etc, donde uno tradicional resulta más útil que uno tipo tunel. La decisión dependerá de tu tipo de viaje. 

Si tuviera que comprarme una carpa hoy mismo, iría por uno de los siguientes modelos:

CheckIglús para dos personas

IGLÚ TRADICIONAL

Salewa Atlas III. Este es un iglú para 2 personas, autoportante, con sólo 2,3 kg de peso, bolsilllos internos y costuras selladas. y ronda los €130. Una carpa correcta y sólida, de las que más me gustan de las que ofrece hoy el mercado.

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IGLÚ TIPO TUNEL

Entre las tiendas tipo tunel, tenemos las Ferrino Lightent. El peso es similar, según el modelo de 1.7 a 2.2 kg,  pero aumenta la habitabilidad interior (1.8 m3), la resistencia al agua del cubretecho es de 3000 mm. El interior es de polyester Ripstop 70D, muy durable. Tiene puerta con mosquitera, bolsillos internos, gancho para lámpara, y otros detalles. Dimensiones: 2,10 m de largo (osea que los lungos entramos bien) x 1,30 de ancho. El precio ronda los €200. Es la carpa que tengo en mente cuando jubile a la Rock Empire.

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Check Carpas livianas para una persona

Mi viaje a Medio Oriente lo hice con una Camp Mínima II (super recomendada!) carpa ultralivianas para una persona, diseño túnel. 

Es la carpa ideal de supervivencia en un viaje largo en el que vas a dormir en cualquier parte, y levantar campamento al otro día temprano. Su altura de sólo 0.95 m la puede hacer algo claustrofóbica, pero sus 2.2 m de largo compensan. Gracias a sus dimensiones reducidas pesa sólo 1,3 kg y cabe con su paquete dentro de la mochila. Me acompañó en mi viaje a dedo de Irlanda hasta Tailandia, ¡bancándose una paliza de 27 meses!

Si buscás una carpa diseño túnel para dos/tres personas, échale una ojeada a la Ferrino Lightent 3, be sólida pero de sólo 2,3 kg de peso.

Check La opción de la hamaca

Una opción favorita de muchos es llevar una hamaca. Sea porque viajarás a un país tropical con abundancia de vegetación, harás senderismo en parques nacionales o simplemente quieres tener el accesorio perfecto para hacer una pausa y relajarte, hay hamacas prácticas y livianas para viajar. Una de ellas son las Tropilex, que son producidas a mano en Colombia, Brasil o India, según el modelo, de acuerdo a prácticas de comercio justo.

Definitivamente son ideales para quienes viajan con un vehículo y quieren hacer un alto en el camino para descansar y leer un libro frente al paisaje que los sorprenda a la vuelta de una curva.

mochila
La carpa es mi casa portátil. Donde la noche me encuentre, allí puedo hacer campamento, ¡incluso en un templo egipcio en ruinas en Sudán! (En la foto falta el cubretecho)

Check Bolsa de dormir

Una bolsa de dormir es recomendable, no sólo para dormir en la carpa, sino como capa extra de abrigo, sea en un hostel o en un bus nocturno. Las más compactas son las bolsas de  pluma, aunque nunca fui propietario de una. Tienen la desventaja de que si se mojan pierden la capacidad aislante. Siempre usé bolsas con relleno sintético, que son más económicas y ecológicas, de un rango de -5°C a -10°C.

Cuando compren una bolsa, siempre deben preguntar el rango térmico. Son dos valores, uno extremo y uno de confort. Una bolsa puede tener, por ejemplo, 5°C confort y -1°C extremo. El primer valor indica la temperatura hasta la cual no pasaremos frío, y el segundo el umbral tras el cual ya corremos riesgo de hipotermia. Es importante que sea tipo sarcófago, con capucha, y no de las cuadradas, ya que la ergonomía hace que se conserve más el calor corporal.

Actualmente tengo una Montagne Tenorio. Se bancó el viaje por toda Sudamérica, pero acampamos poco en zonas muy altas y cuando lo hicimos pasamos algo de frío. Cuando fui a los Himalayas y otras zonas frías de Asia, por ejemplo, tenía una bolsa de dormir Vango, una marca escosesa que hace productos buenísimos. Esa bolsa tiene un rango de 4°C confort y -16°C extremo, un caño.

Además pesa sólo 1.1 kg.  ¿Mi recomendación? Si podés pedirla por internet, la Vango te termina saliendo lo mismo que la Montagne y es de muchísima mejor calidad. De hecho, ni bien pueda me la vuelvo a comprar.

Dónde llevarla: Yo guardo la bolsa de dormir en el compartimento inferior, y prefiero llevarla sin la bolsa de compresión, para ahorrar tiempo y maniobra cada vez que la uso y la empaco. Sólo para ver que Lau me está mirando con cara de perrito mojado para que, como terminé antes, le ayude a guardar la suya…

Advertencia: no se tienten de comprar bolsas demasiado livianas que ofrecen en algunas casas de camping, con rango de 10°C.  Son bolsas de dos estaciones, es decir, sólo aptas para primavera/verano, que te dan la sensación psicológica de taparte con algo, pero no abrigan en invierno.

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Ley General 1: No escatimes en equipo de viaje

Viajar un año con equipo barato, con cosas que se rompen, cremalleras que se traban, carpas compradas en supermercados que se inundan a la primera tormenta, bolsas en las que te morís de frío, en fin, cosas que te dejan a pata, no está bueno. Si el presupuesto lo permite nada como disfrutar de un buen equipo en vez de sufrirlo. Como las marcas argentinas han bajado notablemente su calidad (y subido astronómimcamente los precios) en los últimos 15 años, aquí van dos alternativas para hacerse de un buen equipo:

  • Si pasás por Europa en alguna escala o viaje, aprovechá y hagan una parada en Decathlon, que tiene sucursales en España, Italia, Francia, Alemania y otros países. Su marca Quechua tiene una relación calidad-precio más que aceptable y recomiendo alguno de sus productos en esta guía.
  • Sino, he colocado links a muchos productos en Amazon, donde podés comprar online y te lo mandan a tu país. Ellos trabajan con marcas de mejor calidad que Quechua. Y si bien suelen ser algo más caros que estos, siempre termina saliendo más barato que comprar en tiendas físicas de Argentina.
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Check Aislante

Voy a hacer una confesión. Viajé toda la vida sin aislante. Esos de gomaespuma que se enrollan y tienen un lado metalizado me parecieron siempre un estorbo. No sabía dónde colgarlos de la mochila, quedaban atravesados y se trababan en las puertas de los autos en que viajaba a dedo. De recio no más, tiraba una campera en el piso de la carpa debajo de la bolsa de dormir, como todo aislante.

Con los años mi espalda se aburguesó un poco, y descubrí los aislantes inflables como el Thermarest o su versión más económica, los Quechua que se consiguen en cualquier Decathlon por 30 euros. Lugar: en el compartimento inferior junto a la bolsa.

Aquí voy a agregar algo que también tiene una función aislante, y que en realidad viene incluido en la mayoría de las mochilas: el cubremochila. Si la tuya no lo trae incorporado, podés conseguir uno muy original en la tienda de 100% viajer@s

Check Qué ropa llevar en la mochila

La ropa que más recambio tiene son las remeras (camisetas, franelas) por lo que hay que llevar en la mochila al menos seis de ellas. No las doblo de maneras misteriosas en afanes insólitos de disminución de equipaje. Las apilo en una funda de compresión para que no anden boyando por la mochila. Toda la ropa salvo la interior va en el compartimento principal.

Un pantalón cargo desmontable es algo así como mi uniforme de viaje, si tal cosa existiera. Son livianos, de fibras especiales de secado rápido, con bolsillos con cierre fundamentales para tener las cosas seguras y, en caso de querer tirarme a nadar a un lago, tengo la malla incorporada. Es lo que uso los días de ruta cuando salgo a hacer dedo.

Llevo además un jean para ocasiones más urbanas, y un pantalón boliviano (bah, así le digo yo) que compré en 2011 y todavía me acompaña, para días en que estoy más zen.

que llevar en la mochila
Todo el equipo explayado sobre el aislante, una tarde soleada en Ruanda. La mochila armada no debería pasar nunca más de 15 kg. Si eso, pasa, algo estás llevando de más.

El abrigo más flexible es un polar con cierre. Llevo normalmente uno y un pulóver, para variar.

La campera es todo un objeto de dilema para los viajeros. Salvo que vayas a viajar en una zona donde la temperatura es siempre cálida y donde, además, no hay montañas, deberías cargar una. Resistí la tentación de llevar es campera inflable o de corderoy que tenés en el placard, porque pesan una tonelada y te van a ocupar media mochila. Invertí en una campera de viaje, con capa rompeviento e interior forrado en polar, capucha y mangas con abrojo para evitar la exposición al frío. No es necesario que sea de GoreTex, salvo que vayas específicamente a escalar o a meterte en alta montaña en invierno. Hay mucho escrito sobre la relación entre aislamiento y respirabilidad  de los nuevos tejidos sintéticos

Llevo un par de sandalias en el compartimento inferior, dentro de una bolsa para que no manche la bolsa de dormir.

En ese mismo compartimento llevo una bolsa de algodón o cualquier otra textura respirable (no plástica) para la ropa sucia.

La ropa interior va en los bolsillos laterales, y conforme se usa va pasando a la bolsa del inciso de arriba.

La mochila y los climas

Como hago viajes largos, y a veces con variantes impredecibles, suelo cargar siempre ropa de invierno. Siempre hay que leer sobre el destino y sus climas antes de decidir qué llevar en la mochila. Si vas a viajar un año por Sudamérica, no vas a tener manera de esquivar el frío del altiplano boliviano, que te va a acompañar por toda la columna vertebral andina hacia el norte hasta que bajes, sea para la Amazonía o hacia las playas. A veces, con diferencia de pocos kilómetros la amplitud térmica es enorme. En las playas de Montañita podés vivir en ojotas, pero basta que se te ocurra visitar Cuenca, arriba en los Andes, para que el frío te cale los huesos. Y son solo 200 km de distancia. Tenés que estar muy seguro de que tu destino no incluye zonas frías o montañosas antes de tachar la campera de la lista de empaque.

Check Kit de frío

Además de la campera, si el destino es frío, vale la pena empacar un gorro de lana y guantes. Otro ítem del que podemos sacar ventaja es una camiseta térmica, que en combinación con un polar pueden llegar a hacer innecesaria una campera.

Check Para el sol

Las gafas de sol sirven tanto para bloquear la luminosidad fuerte en zonas cálidas como el reflejo de la nieve en alta montaña. Además, si van viajar a dedo en zonas rurales o remotas, donde los camiones pasan rasantes levantando polvaredas, nada mejor que unos lentes con diseño envolvente (perdón a los fans de Lennon) para blindarse de los elementos.

La tentación de los extras

Hay un lema de sabiduría callejera que dice: “Cuando vayas a armar la mochila, primero poné todo lo que crees que vas a necesitar, y después dejá la mitad”. Yo calculo que la frase va dirigida a quienes consideraron la planchita de pelo y el TEG, o las latas de arvejas y choclo en la lista de empaque. (Todavía estoy investigando el origen del mito de que los mochileros viajan con latas de comida como si fueran a la guerra).

No obstante, antes de sumar un objeto al equipo, pensá cuántas veces lo vas a usar. Si la respuesta empieza con un “quizás el día que…” o “para cuando…” déjalo. Hay cosas que quedan muy bonitas en la foto pero estorban en la vida real. (¿Realmente vas a aprender a tocar ese ukelele?). Los dos kilos de hilo encerado y semillas te pueden bancar el viaje, pero está bueno tomar al menos una clase de macramé antes de salir, para no terminar canjeándolos por una birra en Copacabana. Si estás buscando una manera de financiar tu viaje, seguí leyendo por acá.

Check Kit de alimentación

Llevar cocina o no llevar cocina esa es la cuestión. La respuesta va a depender del tipo de viaje que afrontes. Yo fui cambiando de posición, con el tiempo. En mi primer viaje por Argentina a dedo en el 99 recuerdo haber empacado una cocina YPF con repuestos de gas de butano, que apenas dejaba espacio para la ropa en mi mochila. La mochila del 2005, con la que empecé esta vuelta al mundo, incluía una cocina MSR de alta montaña de tipo omnifuel, que pesan menos de un kilo y usan cualquier tipo de combustible.

Sin embargo, pronto saqué la cuenta que, salvo en Europa y un puñado de países, lo barato de la comida no justificaba el lío de ponerse a cocinar. En la mayor parte de Latinoamérica, Asia y África, y también Europa Oriental, se puede comer por 1-3 dólares. Por eso, desde entonces, no cargo una cocina ni ollas. Sin embargo, si vas a hacer un viaje que implica estancias prolongadas en parques nacionales o caminatas en montaña o zonas desoladas, deberías tener una cocina, y un set de marmitas.

Parte titular de mi equipo de vagabundeo son platos (compramos nuestros adorables platos en Cuenca en 2011 por algo así como un dólar, y nos acompañan desde entonces), un juego de cubiertos plegables, y una taza metálica (bolsillo lateral), que fue un regalo de Navidad en 2010 y que tiene un sticker aún legible que dice «Vagabundo».

¿Por qué llevo todo esto si no cargo cocina? Porque siempre hay que estar listo para poder recibir los alimentos que la ruta y la hospitalidad provean. Si te prestan una casa, va a haber cocina y vajilla. Si te sentás a comer en un comedor, no necesitás nada. Pero si en medio de la ruta el camionero frena y cocina en una garrafa, o si te querés armar un sándwich o una ensalada, vas a estar en bolas. Los platos van en el compartimento principal, paralelos al respaldar.

como armar la mochila
Un juego de cubiertos plegable y mi frugal festejo de cumpleaños «en ruta», en medio del Chaco Boliviano.
Primer plano del plato ecuatoriano y la tacita vagabunda….

CheckFiltro de agua

He sido versátil a lo largo de los años. Nunca tuve una de esas simpáticas botellas metálicas que prometen ser térmicas.

Una vez, sí, experimenté con bolsas de agua plegable tipo Platypus, pero a los pocos meses ya habían juntado hongos. En gran parte de mis viajes resolví simplemente ir rellenando botellas de agua mineral, hasta que el año pasado sí descubrí un invento que se metió en mi arsenal viajero para siempre: los filtros de agua Lifestraw, que tienen una capacidad de 600 ml y matan el 99% de las bacterias de forma instantánea, a la vez que sorbes. (La página de ellos sólo hace envíos a EEE.UU pero desde aquí lo podés pedir desde tu país)

Nosotros llevamos el «Lifestraw Go1» a África y no dudaría en decir que son los responsables de que en 15 meses en el continente más duro, no nos hayamos enfermado del estómago una sola vez. La ventaja era también social: si una familia campesina nos invitaba a su casa y nos ofrecían agua de pozo, la recibíamos en la botella-filtro en vez de rechazarla y quedar mal.

Bebiendo agua directamente del Lago Tana, Etiopía, gracias al filtro de agua.

Kit de primeros auxilios

Pienso dedicar un post a esto, pero mientras lo redacto, sólo digamos que tenés que llevar lo básico, curitas, gasas, cinta de papel para sujetarla, antiestamínicos para picaduras, pastillas de carbón, sales de rehidratación oral, amoxicilina y desinfectante. Esto te sirve para lidiar con todo lo que no requiera la intervención médica u hospitalaria.

Y hablando del tema: ¿viajás con seguro médico? Puede convenir hacer una pequeña inversión para irte tranquilo, ya que nadie está exento de un accidente que requiera hospitalización o, sin ir tan lejos, algo que no puedas solucionar con lo que tenés en tu botiquín. Hay desde ya, muchos en oferta, pero los que más se adaptan a un presupuesto mochilero son los de Asegura Tu Viaje. Aquí te cuento en detalle cómo funciona un seguro médico.

Al margen de lo que son medicamentos, y dependiendo del destino, llevo repelente (mi favorito es el Detán, que se consigue sólo en Ecuador, pero con él hemos transitado tanto el Amazonas como toda Africa y evitado la malaria) y bloqueador solar.

Check Otros

No deben faltar en el equipo, una multiherramienta o cortaplumas, tipo Victorinox o Letherman, útil en infinidad de situaciones, desde destapar una cerveza hasta ayudar en un desperfecto mecánico ajustando una tuerca. Tampoco una linterna frontal. Todo esto lo llevo en la capucha de la mochila, que en casi todos los modelos es un compartimento accesible con un cierre.

CheckQué llevar en la mochila chica

que llevar en la mochila
Disposición del equipo en un dia normal de viaje. Haciendo autostop en Tanzania, expedición Egipto-Sudáfrica 2016-7.

También llamada mochila de ataque, o daypack en inglés. Es la mochila que, hagas lo que hagas, siempre llevás con vos. Si viajás a dedo y un auto te frena, la grande puede ir al baúl, pero esta no sólo queda a la vista, sino que nunca la suelto. Acá llevo lo que no me puedo dar el lujo de perder: computadora portátil, cámara fotográfica, teléfono, dinero, pasaporte y documentos de viaje, guías, mapas y libreta de notas. En este post lee más sobre mis gadgets de viaje y dispositivos electrónicos favoritos. Las buenas mochilas de ataque no son simples mochilas pequeñas, sino que están especialmente diseñadas para colgar delante.

[mks_pullquote align=»left» width=»300″ size=»14″ bg_color=»#f6a900″ txt_color=»#ffffff»]En ningún viaje debe faltar un buen libro para leer. “Caminos Invisibles – 36.000 km a dedo de Antártida a las Guyanas” es el libro de nuestro viaje de 18 meses a dedo por toda Sudamérica y suele ser buen compañero de aventuras. Está pensado tanto para la biblioteca como la mochila. Nos encanta que nuestros libros sean liberados, pasados de mano en mano, en hostales, campings y fogones, de viajero a viajero. Conocé como conseguir este y el resto de nuestros libros en nuestra Tienda Virtual. [/mks_pullquote]

Cosas que nunca llevo en la mochila

Poncho de lluvia (si vas a hacer un viaje a Escandinavia o Irlanda en época de lluvias, por ahí está bueno tener uno) ni brújula (siempre he querido necesitarla para justificar comprar una pero es más un ícono que algo útil en la mayoría de los casos) ni como dije antes cocina ni ollas.

Cosas raras que llevo

Más por sinceridad que por excentricismo, declaro en mi equipaje semillas de cardamomo (sirven para ponerle onda hasta el más triste de los arroces) y una pinza de filatelia (porque ya he confesado que ésta fue, de chico, mi primera ventana al mundo y a las geografías extrañas, y sigo al día de hoy coleccionando sellos postales, conocidos vulgarmente como estampillas. Dicho sea de paso: si encontrás alguna colección huérfana en un sótano y querés ser mi mejor amigo, acepto donaciones).

Espero que este artículo sobre qué llevar en la mochila para un viaje largo te haya sido útil. Desde ya, existe una mochila por cada viajero, y tus consejos, trucos y anécdotas pueden ser muy útiles a la comunidad mochilera. Si tenés dos minutos, compartí tus ideas a modo de comentario. ¡Buenos caminos!

115 comentarios de “QUE LLEVAR EN LA MOCHILA PARA UN VIAJE LARGO

  1. Bruno Miani dice:

    Acá va un tip que puede ser útil. En la entresuela del borcego o zapatilla, es decir el espacio que hay entre la plantilla y la parte interior de la suela, suelo colocar un par de billetes dentro de un fino sobre de celofán. Será a lo sumo un milímetro de espesor y no molesta para nada. Pueden ser tu tabla de salvación cuando te quedaste sin nada. Nunca tuve que recurrir a este último recurso, pero es mejor estar prevenido.
    Te estoy leyendo por primera vez. Interesantes experiencias y todo muy útil e instructivo. Gracias por compartir. Cordiales saludos,
    Bruno

  2. Marta Graciela Scalese dice:

    Me estoy riendo por las cosas que me entero existen para ser Mochilero Hoy.Lo fui hace 50 años…No tan preparada para viaje largo….Fuimos seis:4 chicas y 2 muchachos,Nos Organizó una experta :Distribuyó cargas,pesos para cada uno..comestibles y utensilios y fuimos a la patagonia..Viajamos en La Trochita que funcionaba por entonces(1971/72) paramos en Esquel y luego dedo hasta ComodoroRivadavia.LLegamos 1 a m y solo abierto el diario «Crónica»nos permitio tirar las bolsas de dormir y a las 4am.arriba xque empezaban las rotativas,A las 6 salió el diario con nuetra Foto en tapa»Diez Mochileros recorren la Patagonia»,,,de allí camión con acoplado a Trelew y de allí autos a Madryn…..Hermosa experiencia pero ahora por escribir un relato de viaje par un talñler Literario…(Vivo en Paraná…Por aquélla época vivia en Bs AS) y accedo a tu página y me encantan las cosas que alivian el viaje de un Mochilero¡¡Que lo hagan los jóvenes de ahora¡¡Debe ser más dificiñl ,pero el espíritu de Libertad y camaradería ,como Solidaridad te quedan para siempre.Tengo 78 años y nunca lo olvidé…Te cambio el mejor All Inclusive por algo de vida Mochilera¡¡¡Un abrazo¡

  3. Silvia dice:

    Hola Juan, muy inspirador tu blog, te felicito! Voy a salir dentro de unos dias para un viaje a dedo por la Patagonia argentina y chilena, con mi compañera. Vamos con carpa y lentamente, tenemos mucha ilusion…
    Recuerdo de haber leido en alguna parte de tu blog sobre la idea de escribir un post sobre los posibles usos de la carpa (hablas de un uso urbano). Me gustaría preguntarte cuales son tus consejos para alojar de manera libre en carpa y en sitio tipo ciudades o alrededores. Muchas gracias y suerte con tus proyectos!

  4. Federico dice:

    Gran post, me gusta cómo está escrito. Me encantaría hacer viajes donde solo deba llevar lo que necesito, pero la realidad es que yo estoy llevando »mi casa». Ya que no tengo base. Por ende llevo todo lo que tengo, y te confieso, hasta botines de fútbol!!! Qué consejo me darías? Hoy estoy de visita en Buenos Aires y emprenderé camino desde Tucumán hasta Lima, quien sabe esto se extiende. Y tengo varias cosas que no me sirven para este viaje, pero que debo llevar ya que es todo (y lo único) que tengo.

  5. Ce dice:

    Hola, Juan! Volví a este post porque salí de Argentina hace un mes, primera vez con mochila, y casi todos los días reevalúo mi equipaje.

    Me queda medio en el tintero qué cosas llevas para higienizarte. En mi caso es parte de lo que estoy reduciendo o cambiando por productos más eco-friendlys.

    ¡Gracias!

    • Juan Pablo Villarino dice:

      Hola! Es un tema muy interesante que quiero abordar en artículos futuros, cómo reducir el impacto al seleccionar el equipo de viaje! Si querés compartirme tu experiencia, puede ser útil a otros lectores cuando trate ese tema!

  6. Max dice:

    Juan! Cómo estás?
    Primero que nada, gracias por compartir tu experiencia y por tener un blog tan genial.
    Quería consultarte si la navaja suiza se puede llevar en el equipaje de mano para los viajes en avión por Sudamérica. ¿Viajaste en avión con ella encima?

    Gracias! Abrazo!

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