Controlar el miedo a volar requiere de tener un método para pasar cada una de las etapas del vuelo de la mejor manera posible.
Un miedo que se construyó en tu interior se tiene que deconstruir desde su interior. Ningún elemento externo puede hacer este trabajo por vos.
No hay una solución mágica.
El miedo a volar es algo que cada uno tiene y puede estar vinculado con muchas cosas. Sin duda, ese miedo tiene un origen y siempre alivia hablar de cómo se originó, pero no necesariamente nos da las herramientas necesarias al momento de subirnos al avión.
En este artículo vas a encontrar herramientas y ejercicios con los que pasar cada momento del viaje. La idea es que puedaa volar cada vez más tranquilo.
María Cajaraville, (Argentina) autora de este artículo y parte de esta comunidad, realizó varios viajes transformadores por Sudamérica, Europa y Asía gracias a su mochila y a Couchsurfing. Desde su residencia en Francia, y habiendo desarrollado una gran comprensión de las problemáticas de viajeros y expatriados, realiza terapias alternativas para acompañarlos. Hoy, elige la meditación guiada como su terapia estrella, dada la simpleza y el éxito que aporta en todos los campos de la vida. Puedes saber más sobre su trabajo en su sitio Espacio Lam.
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Tabla de contenidos
- 1 El miedo a volar
- 2 Miedo a volar o ansiedad de volar: diferencias
- 3 Cómo controlar el miedo a volar
- 4 ¿Cómo utilizar flightradar24 para perder el miedo a volar?
- 5 Manejar el miedo a volar en tierra
- 6 Elección del vuelo
- 7 Elección de las aerolíneas y del asiento
- 8 Miedo a volar: los días previos al vuelo
- 9 Comida y agua
- 10 Kit para volar bien
- 11 Llegada al aeropuerto
- 12 Cómo vencer el miedo a volar: el despegue
- 13 Actividades para pasar el tiempo
El miedo a volar
El que tiene miedo a volar vive un infierno dentro de sí mismo. Llega a envidiar, a veces con envidia sana y otras no tanto, a alguien por viajar en avión con absoluta calma y tranquilidad.
El temeroso ante todo evita el avión. Hace recorridos más complejos y costosos en trenes, buses o incluso barcos como hacía Isaac Asimov desde New York a Europa.
“No le tengo miedo a la muerte sino al avión” decía Picasso y ahí el maestro nos pinto otra vez el cuadro completo.
Miedo a volar o ansiedad de volar: diferencias
Primer paso: Hay que diferenciar si tenés miedo a volar o ansiedad de volar. Esto parece lo mismo, pero nada tienen que ver. Son dos problemas distintos por lo tanto dos soluciones distintas.
Miedo a volar: Pensas todo el tiempo en catástrofes y te obsesiona que el avión se va a caer. Pensas que la turbulencia puede romper el avión y tenés todo tipo de pensamientos catastróficos.
Ansiedad de volar: Si bien podés tener presente el accidente aéreo, en el fondo sabes que el avión no se va a caer, pero en el vuelo la pasas mal, muy mal. Los días previos te pones mal y comenzas con síntomas físicos como diarrea o transpiración. Durante los vuelos no ves la hora de llegar a destino y tu único deseo es salir del avión. Incluso, los casos más extremos, que con tal de evitar el avión te perdes el placer de viajar. Perjudicándote vos mismo y a tu familia o pareja.
Tenes que asumir que no podés volar como el resto de los humanos, que para volar vas a tener que hacer un esfuerzo extra. No creo que haga falta decirlo, pero el miedo a volar nada tiene que ver con tu éxito en la vida, ni con nada.
El avión hace algo para que los humanos no hemos sido diseñados por eso a algunos nos genera conflicto y a otros no. No te compliques con esto. Es algo que te toco y tenés que controlar, nada más.
Si hay una situación culpable concreta que te haya vuelto temeroso tal vez una meditación guiada resolutiva te puede pueda ayudar a modificar eso en tu interior.
Hablar horas de eso, no resuelve nada. Esta bien identificar, reconocer el origen del problema, pero hay que pasar a la acción.
No pagues de más por tu seguro, lee: Cómo elegir el mejor seguro para tu viaje
Cómo controlar el miedo a volar
Si lo tuyo es el miedo a que se caiga el avión, lo primero que tenes que hacer es informarte de porque es casi imposible que eso ocurra. En internet hay miles de artículos y videos que tocan el tema. Yo entiendo, sentís miedo y todos los números y estadísticas no te dicen nada, pero informarse es parte del proceso de superación.
Una vez analizada la información técnica, no vas a estar más tranquilo, no conozco nadie que luego de ver números haya dejado de tener miedo a volar.
Pero tu parte racional debe estar familiarizada con el hecho de que estar en un avión es estadísticamente más seguro que estar en la cama de uno durmiendo una siesta.
Nuestro cerebro es una computadora, que viene programada y que nosotros programamos con lo que sentimos, hacemos y percibimos.
La buena noticia: lo podemos reprogramar.
Reprogramate y repetí: “Estar en un avión es más seguro que estar en tierra, aunque yo no lo sienta así”.
¿Cómo utilizar flightradar24 para perder el miedo a volar?
Para convencer a la parte de tu cerebro que no se fía de estadísticas de que volar es seguro es necesario el lenguaje de las imágenes. Para esto vamos a utilizar la página de internet donde tenemos las 24 horas en directo el estado del tráfico aéreo.
En flightradar24, como lo indica el nombre, se muestran en directo cómo vuelan los aviones y la actividad de los aeropuertos en directo. La página está hecha en tiempo real en base a los sensores que tienen los aviones para su rastreo. El ejercicio que vas a hacer es marcar un avión y lo vas a seguir en su recorrido.
Si ya tenés programado el viaje vas a buscar la misma ruta aérea y vas a ver cómo despegan y cómo aterrizan los aviones que realizan esa misma ruta aérea antes que viajes.
Lo ideal es pasar tiempo en esta página y descubrir cosas.
Otro ejercicio muy interesante es marcar un avión a la noche y cuando te levantes a la mañana verlo aterrizar.
Podes seguir los vuelos de tus familiares y amigos. Les mandas la captura de pantalla para que vean como pensás en ellos siguiendo el avión donde ellos están.
Acostúmbrate a ver los aviones volar en tiempo real de manera virtual. Seguirlos en su recorrido. Imagínate dentro de ellos.
Con esto la parte del cerebro va a comprender que los aviones vuelan todos los días como los buses hacen trayectos en las ciudades. Volar no es ningún drama, es algo cotidiano. De hecho, no hay NADA más rutinario que un avión.
Existen los simuladores de vuelo. Opción útil para gente que nunca voló o simplemente para aquellos que sienten que eso le puede hacer bien.
Dentro de mis consultantes, sinceramente, a muy pocos les ha servido de algo. Pero es una opción y nunca se sabe con qué uno puede salir adelante con una situación. Así que no lo descarto, pero no lo recomiendo.
Manejar el miedo a volar en tierra
Si estando en tierra te vienen escenas de catástrofe tenés que decirte incluso enojado “Basta, cerebro, no me mandes más esas imágenes”. Rechaza esas imágenes, en cuanto el cerebro entienda que no las queres más va a frenarlas, pero para eso tenes que ser categórico.
Sino podes seguir la técnica Borja Vilaseca. Es poco ortodoxo, pero funciona.
Cuando te viene un pensamiento de catástrofe a la mente, pegas un grito de ¡¡¡¡¡CHEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!! En lo posible en tu fuero interno.
No cometas el error de confundir esa voz que te habla con vos mismo.
Una vez que te hayas familiarizado con que los aviones vuelvan con o sin vos te invito a que te sigas programando de manera positiva.
Te invito a que digas “No tengo miedo a volar, volar solo me genera ansiedad” o “lo mío es ansiedad de volar, lo paso mal, pero el avión llega a destino seguro”.
Ansiedad de volar es cuando no necesariamente se piensa en un accidente aéreo, pero se vive la sintomatología propia de la ansiedad.
La ansiedad genera todo tipo de síntomas físicos como transpiración, diarrea, manos sudorosas y síntomas emocionales como tristeza, angustia, desesperación, sensación de vacío claustrofobia y/o agorafobia.
La ansiedad puede manifestarse mismo al momento de diseñar el viaje, los días previos, en el aeropuerto y por supuesto en el avión.
El que sufre ansiedad sabe que el avión va a llegar a destino pero que el vuelo va a ser una pesadilla.
Distintas herramientas para bajar la masa conflictual del miedo y la ansiedad a volar.
Elección del vuelo
Si es un vuelo corto (hasta 8 horas), es preferible viajar de día. De día todo es más fácil hasta para los más experimentados. Cualquier duda, cualquier miedo se soluciona mirando por la ventanilla.
Tal vez, prefieras, volar de noche para poder dormir.
El miedo de cada uno es el miedo de cada uno. Cada uno tiene que armar su viaje como más cómodo le quede, sabiendo donde le aprieta el zapato.
Para el ansioso el tiempo arriba de un avión se multiplica. Nunca decirse “es solo una hora de viaje” porque esa hora se puede hacer una eternidad.
Recomiendo multiplicar el viaje por 3. Si el viaje es de una hora prepararse para un viaje de 3 horas.
Elección de las aerolíneas y del asiento
La comodidad en un vuelo es importante. Es importante informarse de cuáles son las aerolíneas que más espacio tienen entre pasajeros como Lufthansa o pagar extra para poder tener un asiento más conveniente.
Una vez me pasaron en un vuelo a business. Cuando llegó el momento de aterrizar no me quería bajar, no tenia ni miedo ni ansiedad ni nada. Me quería quedar mirando el final de la película.
Lo cual me llevó a hacer el chiste interno “No es miedo a volar es pobreza”.
A veces uno mete en la cuenta de miedo a volar todo; estar incómodo, tener ansiedad, estar dejando la casa, problemas personales, tener hambre o la clase turista en sí.
Con respecto al asiento: elegir el más céntrico posible. Si no hay asiento en el medio es preferible ir en la parte delantera.
Evitar ir en la cola del avión donde la turbulencia se siente bastante más. La ventanilla puede parecer una buena opción, pero se mueve más que en el pasillo. Si estamos ansiosos tal vez queramos caminar mas o ir más veces al baño.
Para eso, asegurarse de poder hacer el check-in lo más temprano posible para poder elegir el asiento en caso que se pueda elegir libremente.
Elegir asiento es importante por dos motivos:
- No queremos ir en la parte trasera del avión donde se siente más la turbulencia.
- Nosotros tenemos que saber que va a pasar en cada momento del vuelo, no queremos sorpresas.
Dentro de las ventajas de pagar asiento para buscar el lugar donde menos se mueve el avión. Es que siempre tenemos más chances de tener asientos vacíos al lado. Si la gente no los compra las aerolíneas los dejan vacíos y nosotros nos hacemos de más asientos.
Si es una pareja la que viaja en una línea de tres asientos. Conviene pagar pasillo y ventana. Hay muchas menos chances que otro pasajero compre el asiento del medio. Por lo tanto, más espacio para nosotros.
Más lugar, más comodidad, más comodidad es igual a menos ansiedad.
Miedo a volar: los días previos al vuelo
Tratar de tener días ocupados para no pensar mucho en el vuelo.
Cuando se empieza a sentir ansiedad en el cuerpo se puede realizar visualizaciones donde se ve el avión despegar y aterrizar.
No se puede entrar muerto de miedo. Hay que llegar con la energía de un campeón al aeropuerto.
En la tradición de India de los chakras, todo lo que está relacionado con la energía de la valentía, de la acción, de la energía yang está regida por chakra raíz.
Te explico bien, en este link, cómo tener armonizado y sin bloqueos este chakra para que conectes con la energía de la valentía y no con el miedo.
Si se siente mucha ansiedad se puede recurrir a tranquilizantes naturales fuertes. Existen y para eso hay que ir a la farmacia a preguntar al farmacéutico que tranquilizantes de venta libre sugiere. Existen con passiflora, valeriana o tilo.
En el campo de la homeopatía, también está el argentium nitritum 30 ch para bajar la ansiedad y la coffea 30 ch para poder dormir.
La idea es no usar tranquilizantes químicos los días previos, uno todavía no está dentro del avión, está en tierra, así que tiene la posibilidad de hacer cosas para manejar la ansiedad.
Se puede desde ir a nadar, hablar con un terapeuta, hablar con un amigo, cantar, bailar, darse una ducha de agua fría o cualquier cosa que lo tranquilice.
Si se está muy angustiado, empezar a escribir lo que se siente en un cuaderno de tapa dura. Si la angustia persiste comprender que es algo pasajero. No negarla ni querer esconderla.
Evitar todo tipo de estimulantes como café, alcohol, etc.
Aprender a tomar registro de mis emociones y sensaciones es importante. Este me va a ayudar a actuar en consecuencia. El partido se empieza a jugar en la cabeza.
Puedo ver como el vuelo despega, como traza una línea y hasta que aterriza. Es importante poder visualizar en detalle el despegue, cuando está en el aire y el aterrizaje. Nunca lo dejo en el aire siempre veo la línea.
Los días previos hay que pensar y organizar lo que se va hacer durante el vuelo.
Si voy a tejer, que es lo que voy a tejer. Si voy a ver películas, ocuparme de descargarlas. Si bien hoy en día, la mayoría de los aviones tiene películas, pero no debería depender exclusivamente del sistema de entretenimiento del avión. Me tengo que ocupar yo mismo, de tener todo organizado.
Comida y agua
Hoy en día el tema de la comida en los vuelos es impredecible. Son muy pocas las aerolíneas que tienen buena comida, pero incluso aquella que la tienen pueden tener una descoordinación horaria para servir la comida, especialmente en vuelos donde se atraviesan los husos horarios, en los cuales existe el problema de qué referencia horaria utilizar si el lugar de despegue o lugar de destino.
Llevar comida en el vuelo está permitido así que es fundamental tener buena comida durante el viaje.
Durante el vuelo uno no hace más que deshidratarse debido a la falta de humedad ambiente en la altitud. Antes de pasar la seguridad del aeropuerto tomar el máximo de agua posible. Guardar la botella vacía. Una vez del otro lado de la seguridad ocuparse de volver a rellenarla con agua.
Hay aeropuertos donde hay bebedores o agua de buena calidad. Sino hay que comprar una botella de agua. No es recomendable viajar sin agua.
Kit para volar bien
Estos son todos los accesorios para un vuelo sin sobresaltos que recomendamos en esta guía.
- Cuaderno de tapa dura
- Birome que escriba bien y rápido.
- Tranquilizantes naturales.
- Auriculares noise cancelling.
- Botella de agua de tamaño adecuado según las horas de viaje.
- Tapper con comida casera.
- Tapaojos.
- Almohada de viaje cómoda y con memoria.
- Extra: un aceite esencial de su gusto.
El primer vuelo del viaje
Cuando uno va a iniciar un viaje largo es normal que el primero vuelo sea el que nos ponga más nerviosos. No es solo el vuelo “per se” sino que estamos dejando nuestra casa, nuestro territorio, nuestra vida. Es el inicio a lo desconocido.
El volar maximiza los sentimientos que traemos previamente, por ejemplo, si tengo angustia porque me estoy despidiendo de alguien esto se va a ver potenciado. Tratar de no mezclar «miedo a volar» y las situaciones concretas que estemos viviendo.
Un dato curioso, es que las personas que no viven en su ciudad de origen, registran menos miedo a volar. Relacionan el volar con el reencuentro con los suyos y no con algo a que temer. Sumado a que en su primer vuelo están dejando un territorio que en él están menos arraigados.
Llegada al aeropuerto
Bañarse antes de salir es lo ideal. Nos va a ayudar a relajarnos y tener una higiene perfecta. El posible que el stress que suframos en el viaje degrade de alguna forma muy rápida nuestra higiene. Nos vamos a sentir mejor con nosotros mismos.
Ir en transporte público al aeropuerto puede ayudar a tener una sensación de que el viaje ya comenzó e ir sacando ansiedad.
Después de hacer el “check-in” es un buen momento para disfrutar de las tiendas del aeropuerto. Se pueden hacer compras varias o comprar revistas de lectura ligera.
Si a uno le gusta la lectura es un buen momento para tener un libro atrapante en nuestras manos. Estar en la sala de espera para un ansioso puede ser terrible incluso peor que el avión. Intentar no pensar en el avión ni en lo que va a pasar después.
Concentrarse solo en la sala de espera, el objetivo es estar bien en la sala de espera, no existe ni el avión ni el futuro, lo único que existe es la sala de espera.
Cómo vencer el miedo a volar: el despegue
Existen unos auriculares con función noise cancelling, que permiten cancelar el ruido ambiente. Para viajar en avión son ideales porque anulan el ruido del motor del avión.
Yo los enciendo cuando el piloto enciende los motores para despegar. Todo ese ruido me violenta de alguna forma. Prefiero no escucharlo.
En el cuaderno de tapa dura, mientras tanto, escribir de 40 a 0 para atrás. Escribís 40 cuando arranca el corretaje hasta 0. Cuando escribas 0 ya va a estar arriba.
Dolor de oídos
Mucha gente al momento del despegue sufre desde molestias hasta dolores de oídos. Eso se llama barotrauma, un traumatismo provocado por cambios bruscos de presión. También se puede producir en el buceo o en el paracaidismo.
Para evitar esto se puede comer chicle o tragar saliva. Si con esto no mejora se puede realizar la maniobra de Valsalva que consiste en tomar aire, una vez el aire dentro, cerrar la boca y la nariz con dos dedos y soltar el aire. Como el aire no va a tener por donde salir lo va a intentar hacer por los oídos, compensando de esta manera las presiones.
En el libro de homeopatía llamado The Banerji protocols del Dr. Banerji dice que puede servir Tabacum 200 CH una hora antes del vuelo. Para el oído bloqueado, Sanguinaria Canadensis 200 CH una dosis antes del vuelo seguido de Pulsatilla Nigricans 30CH durante el vuelo si el problema sigue.
La turbulencia
Recomiendo mirar el video realizado en Youtube por «El Tiempo» llamado «Miedo a volar: la turbulencia».
Si una persona sufre de ansiedad, lo mejor que le puede pasar es que nada le sorprenda y ante cada situación ya tener una respuesta preparada.
Para que veaa que la turbulencia es algo tan normal y predictible existe una página que te anuncia el pronostico de la turbulencia. Se llama Turbulence Forecast.
La turbulencia y la visualización
Ya vimos que la turbulencia no es peligrosa para el avión, pero eso no evita que la persona temerosa sufra al primer movimiento que hay.
Adonde, llevamos los pensamientos es lo que puede hacer la diferencia. Tengo que tener planeado de antemano que voy a visualizar cuando haya movimientos.
Si no le tengo miedo al mar puedo imaginar que estoy en un barco y que el movimiento son las olas. También, puedo verme en alguna montaña rusa o en un lugar que me guste mucho.
Lo ideal, es cuando estoy en un medio de transporte en tierra, empezar a visualizar en cada movimiento que es lo que voy a visualizar cuando este en el avión.
Por ejemplo, estoy en el tren que realiza movimientos, ya empiezo a cerrar los ojos y ver que estoy en bote de buceo y que golpean las olas. Ya me voy familiarizando con mi bote.
¡Entonces cuando hay turbulencias yo ya se cómo voy a reaccionar, Yendo a mi bote! No quedándome rezando muerto de miedo que se acabe la turbulencia. Yo me voy a mi lugar de refugio.
Existen técnicas más activas, donde visualizo un campo vacío. Por cada movimiento que me moleste voy a visualizar un árbol, una flor o más pasto. Por ejemplo, el avión realizó un movimiento mínimo, pero no me gusto, entonces agregó a mi campo imaginario pasto, cuando el avión hace un movimiento fuerte de turbulencia, entonces plantó árboles grandes, y así, sucesivamente, lo que planto tiene que ver con el impacto que tuvo en mí el movimiento.
Si tengo suerte en un momento el cerebro no va a querer trabajar más y va a dejar de molestarle el movimiento. Pero para esto es necesario que me concentre mucho en los detalles de la visualización.
Para este momento hay muchísimas visualizaciones, si queres contáctame y te ayudo a buscar cual es la tuya.
Al principio yo era de las que le transpiraban las manos al mínimo movimiento y gracias al trabajo interno y a la visualización te aseguro que la turbulencia paso ser de mis momentos más creativos.
Actividades para pasar el tiempo
Meditar en el avión
Cualquiera medita en un curso en el Tíbet, el verdadero desafío es meditar cuando se mueve el avión. Les recomiendo que empiecen en su casa previamente.
Les recomiendo mi artículo La importancia de la meditación guiada que pueden encontrar en mi página o en mi presentación.
La idea es que dentro nuestro hay un mundo que descubrir. No solo hay tierras y aguas para descubrir allá afuera, también están las aguas y tierras internas.
Así como viajamos por el mundo para transformarnos y no ser simples turistas, cuando encima, tenemos manejo de nuestro ser interno, es una especie de “booster” que se activa.
No se puede transmitir, hay que vivirlo.
Tejer en el avión
Tejer tiene la particularidad, que para hacerlo hay que estar muy concentrado. Hace pasar el tiempo muy rápido. No es casual que lo utilizan las embarazadas para pasar la dulce espera o Penélope cuando esperaba a Ulises. El tejer está relacionado con calmar la ansiedad.
Cumple con la condición de deslocalizar todo lo que ocurre fuera del tejido. Las agujas de crochet se pueden entrar al avión. Aunque yo siempre lleve de repuesto por si me las sacaban.
Una idea puede ser comprar una revista para hacer un muñeco a crochet, mi objetivo del vuelo hacer el muñeco de crochet.
Actividades varias
Para no pensar en lo que pasa con el avión necesitamos tener la atención muy concentrada en algo. Puede ser un libro atrapante, una película, un video juego o juegos de ingenio.
Escribir en un cuaderno de tapa dura todo lo que se va sintiendo es una manera de no permitir que los pensamientos se aceleren.
Escribo y el movimiento de la mano me marca el tempo de los pensamientos.
Dibujar garabatos, mándalas, colorear libros, dibujar, pintar, rezar.
Si uno puede pagar internet a bordo y conectarse con los familiares, eso cambia totalmente el panorama del temeroso. No dude en contratar internet si esta le deja comunicarse con su entorno.
“Si el pez no puede estar en el mar, que la pecera le recuerde al mar”. Busque todas las maneras para hacer de ese asiento de avión como si estuviese en su casa.
Si tiene un osito de peluche al que le tiene cariño, no tenga vergüenza en llevarlo.
Otra forma de retener la atención focalizada es recordar la letra de una canción y escribirla. El cerebro va a tener que hacer esfuerzos para encontrar las palabras exactas de la canción.
La hora de dormir
Lo mejor que nos puede pasar es poder dormir en el avión.
Nada hace que el tiempo pase más rápido. Tener una almohadita es muy útil. Hoy en día son pocas las aerolíneas que ofrecen almohadas para dormir a sus pasajeros.
En el mundo de hoy, la mayoría de nosotros hacemos todo para evitar tomar químicos y medicamentos. Esta la tendencia a lo natural.
Acá se presenta un dilema, tomar un químico que no se quiere tomar, pero me va a ayudar a dormir y estar bien al otro día o sufrir mucho y que el cuerpo sufra.
Poder dormir es importante y cada uno tiene que evaluar que es mejor. Muchas veces tenerlo solo en el bolsillo puede dar tranquilidad, aunque después no se tome.
También existen de venta libre pastillas con melatonina. Se puede ir por etapas.
En mi caso, hasta que no logré volar como una campeona, en todos los vuelos transatlánticos siempre tomaba el medicamento para dormir. Pero después lo pude dejar por todo lo natural, que fue la última etapa. Porque no dormir en un avión por no querer tomar la pastilla se puede volver en una tortura.
Pasarla bien
Más allá de cuál sea nuestro pasado con los aviones, esta bueno permitirse pasarla bien dentro del avión. Rechazar pensamientos negativos. Reservar para el momento de volar pequeños placeres, como, por ejemplo, el último capítulo de mi serie favorita, el final de mi libro favorito, una comida rica, lo que sea que me dé mucho placer, reservarlo para cuando se esté volando. También tener series o libros asignados exclusivamente al momento del vuelo e incluso una canción.
Seguir una RUTINA para volar cuando se es temeroso o ansioso es lo que más resultados reales ofrece a la hora de perder el miedo a volar.
Recordar que si no fuera por los aviones no podríamos conocer tantas cosas maravillosas. Cuando se termine cada vuelo agradecerle al avión por habernos llevado a destino.