Las 13 micronaciones del mundo que no vas a creer que existen

Sea por anarquismo libertario, oportunidad comercial o forma extrema de concientización sobre temas específicos, innumerables micronaciones del mundo se han proclamado soberanas e independientes.

No hablamos de sitios famosos como el Vaticano o Liechtenstein, sino de entidades más efervescentes y excéntricas. Desde una comunas hippies en el corazón de Copenhague hasta plataformas artificiales en el Mar del Norte, estas micronaciones asumen formas y filosofías de vida dispares, a veces opuestos..

Mientras el Gay and Lesbian Kingdom of the Coral Sea Islands, tiene como azón de ser el reclamo por los derechos al matrimonio homosexual, el montañoso enclave ortodoxo del Monte Athos, prohíbe sistemáticamente el acceso de mujeres a su territorio desde la Edad Media.

Vamos a ver un poco, de qué va toda esta gente revoltosa y colorida.

Las micronaciones del mundo más curiosas

La lista completa de micronaciones del mundo no entraría en este post. Esta es, por eso, un recorte personal basado en las que llamaron mi atención.

La Isla de las Rosas – isla artificial frente a las costas italianas

Vamos primero con la Isla de las Rosas, que recientemente tuvo su horade fama por la película de Netflix del mismo nombre y es una de las micronaciones más curiosas. En 1968, con los aires del Mayo Francés soplando fuerte, el ingeniero italiano Giorgio Rosa construyó una isla artificial de acero, una plataforma flotante de 400 metros cuadrados a 11 km de las costas italianas (y por ende, en aguas extraterritoriales), en donde autoexiliarse de las leyes y presión fiscal itálicas.

Poco después declaró la independencia, apuntó cinco ministros (entre ellos un náufrago que llegó a su “isla” tras una tormenta”) y emitió sus propios sellos postales. También adoptaron como himno un fragmento de El Holandés Errante de Wagner y como lengua oficial el esperanto.

Durante ese verano, al ser la isla tan accesible, muchos turistas alquilaban lanchas desde Rimini para alcanzar los muelles de la micronación, que terminó funcionando como un club de playa off shore. En junio de 1968, tropas especiales de la marina dinamitaron la isla, considerada una maniobra para recaudar ingresos turísticos sin pagar impuestos.

Christiania – comuna hippie en Copenhague

Conozco a mi tribu, y sé que, de todas las micronaciones del mundo, ésta va a ser la favorita de muchos de ustedes. Ubicada en pleno centro de Copenhague, la capital danesa, Christiana nació como un experimento social impulsado por antropólogos, estudiantes y poetas.

Todo comenzó cuando, en 1971, el periódico cultural del barrio lindante invitó a los vecinos a ocupar las viviendas y barracas abandonadas por los militares (unas 34 hectáreas) para plasmar un estilo de vida comunal, donde también se permitían la venta legal de drogas blandas como la marihuana.

El estado danés (cosa que jamás sucedería en Argentina) admitió el asentamiento en lugar de mandar las topadoras, aunque con ciertas tensiones debido a la venta de drogas. Cuando visité Christiania en 2005 presencié cómo los locales protestaban con un “Om” masivo a la entrada de un grupo de policías daneses.

Los locales tienen la propiedad colectiva de casas y tierras, que no pueden vender individualmente. Han emitido monedas propias (que tuve en mi mano) con un caracol, símbolo del slow life y una hoja de marihuana como emblema.

Los locales sostienen que brindan un servicio a la comunidad, y que el resto de los habitantes de Copenhague son “usuarios” de Christiania, cosa de la que fui testigo: es a dónde la gente jóven se va a tomar una birra y fumar un porro después del laburo sin que nadie los molestara y a un 50% más barato que afuera por la falta de impuestos.

Por algo, cuando salís de Christiania, un cartel lo asegura “Usted está entrando ahora en la Unión Europea”.

Leete mi post Christiania: Patria de los que quieren emigrar del sistema, escrito tras mi visita en 2005.

Principado de Sealand: radio pirata con títulos nobiliarios

En 1975, el británico Paddy Ron Bates instaló una radio pirata en una plataforma de 550 metros cuadrados construida por la Marina británica en 1942 como defensa antiaérea. Pero lo que merece el adjetivo de pirata fue la epopeya que siguió.

Inspirado por la libertad que le transmitió el vivir rodeado de horizontes Bates declaró a su plataforma nación independiente y soberana, regida por una monarquía constitucional. Naturalmente, su autoeligió como rey, y comenzó a extender pasaportes a simpatizantes de todo el mundo en nombre de la familia real, es decir, de él y su familia.

Así, Sealand pasó a posser el record Guinness del territorio más pequeño en reivindicar el estatus de nación y desde entonces es una de las micronaciones más famosas.

En 1968, después de que el hijo de Bates (hay que tener huevos) abriera fuego contra un buque inglés que reparaba una boya en las inmediaciones, y el tribunal de Essex, concluyó que como el hecho había sucedido fuera de las aguas territoriales británicas no tenía jurisdicción sobre el caso.

Bates sostuvo que esa sentencia es un reconocimiento de facto de la soberanía de Sealand por parte del Reino Unido. Si la historia ya es pintoresca, en 1978, Sealand sufrió un golpe de estado, cuando su primer ministro, el alemán Alexander G. Achenbach tomó por asalto la fortaleza y desalojó a Bates, exiliándolo en Holanda.

Pero Bates, herido en su orgullo y disparando rayos de ira, recuperó la isla al comando de un helicóptero de asalto, y tomó a Achenbach como prisionero de guerra. Sabiendo que la justicia inglesa no tomaría cartas en el asunto, Alemania envió a un diplomático para negociar la libertad de su ciudadano, acto que –no sin cierto fundamento legal- Bates señala como otro reconocimiento tácito de independencia de Sealand por parte de una nación soberana.

¿Te cansaste de tu país? No pasa naranja. En la web de la micronación de Sealand podés comprar un documento de identidad de Sealand por USD 30, o incluso un título nobiliario como Sir, Lord, Conde o Duque desde USD 150. Antes emitían pasaportes, pero dejaron de hacerlo cuando el asesino de Gianni Versace fue hallado con uno en su poder.

Monte Athos: la única micronación sin fiesta

Aunque no es técnicamente una micronación, este grupo de 20 monasterios ortodoxos en la península Calcídica, en el norte de Grecia, conforman un territorio autónomo bajo soberanía griega, y es la única micronación en ser Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO:

La comunidad monástica se originó alrededor del año 963, y se integró como una “provincia monástica” al Imperio Bizantino. Desde 1924 su estatus legal fue acordado con el gobierno griego, cuyo representante es el gobernador civil del Monte Athos.

¿Cómo visitar el Monte Athos? Sólo 120 personas pueden ingresar al día al territorio, 110 griegos y 10 extranjeros, todos varones. Las mujeres tienen la entrada prohibida a la pequeña nación desde tiempos inmemoriales. El proceso de obtener un “diamonitirion” (permiso) es complejo, se tramita por email, y hay que reservar con 6 meses de antelación.

Liberland: una micronación con criptomoneda

En 2015, El político euroescéptico checo Vit Jedlicka aprovechó un vacío legal en la frontera entre Serbia y Coracia en un sector alejado del Danubio para reclamar soberana una porción de 7 km cuadrados de territorio según el principio de terra nullius, es decir, argumentando que ninguna nación declaraba esa tierra como propia.

Nadie tomó muy en serio la declaración, pero Somalilandia, una nación no reconocida en el Cuerno de Africa (que visité en 2016), reconoció de inmediato a la nueva micronación, aunque poco ayuda tener el reconocimiento de otros países no reconocidos. (En Tiraspol, capital de Transnisitria, también vi algo similar: embajadas de Osetia del Sur y Abjazia)

Según The Guardian, sólo en las primeras semanas recibieron 200.000 solicitudes de ciudadanía. Jedlicka es un paladín del anarcocapitalismo, propone una política fiscal voluntaria y asegura que la pequeña micronación «se podría convertir en un nuevo Mónaco, Liechtenstein o Hong Kong».

El lema de la auspiciosa micronación es “Vive y deja vivir”, su idioma oficial el inglés y su moneda el “Merit”, una criptomoneda de desarrollo propio.

Es posible obtener la ciudadanía de Liberland desde su sitio web. El único requisito es no tener un pasado nazi, comunista o vínculos con ninguna otra ideología que no respete los derechos individuales o la propiedad privada. Como nota de color, el asesino de

¿Te interesan los países separatistas? Lee Bienvenidos a Transnistria: el país que no existe

Soberana Orden de Malta; una sobreviviente de las cruzadas

Esto es algo un poco más serio. La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de Malta una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por comerciantes amalfitanos y que en tiempos de las Cruzadas se convirtió también en una orden militar. ¡Una verdadera sobreviviente!

La Orden de Malta tuve sede en el famoso castillo Crac des Chavaliers, en Siria, y llegó a acuñar sus propias monedas e incluso mantener actividades de piratería y trata de esclavos.  En algún punto del siglo XVI, el Papa le encargó la defensa de la isla de Malta de las fuerzas navales otomanas, y de allí su nombre.

Cuando fue derrotada y expulsada de todas partes, sobrevivió como una institución y sus sedes en Roma tienen carácter de extraterritorialidad respecto de Italia.

Según su Constitución, la Orden de Malta es religiosa-laica, soberana, militar, caballeresca, de tradición nobiliaria, con personalidad jurídica, aprobada por la Santa Sede y sujeto de derecho internacional.

Es el único país reconocido por la ONU que no tiene tierra. En la actualidad, mantiene su labor humanitaria. Por suerte ya no la de piratería. Además, expide pasaportes y su jefe de estado es llamado Gran Maestre.

¿Se puede visitar la Soberana Orden de Malta! Por supuesto. La próxima vez que vayas a Roma, podés visitar su sede en Via dei Condotti 68 y sumar un nuevo país a tu lista. Más info en el sitio web de la orden.

Tory Island: resistencia al desalojo

Cuando llegué a Tory Island en 2003, el rey me estaba esperando en el muelle y me dio la bienvenida a la isla de un apretón de manos. Había llegado atraído por las historias de esta isla, una de las últimas zonas de Irlanda donde es posible escuchar a la lengua irlandesa ser hablada de forma cotidiana.

El rey de Tory Island no tiene poderes formales, pero desde 1990 es un representante de la isla, que surgió originalmente como vocero frente a la propuesta del gobierno de Dublín de relocalizar a los escasos 150 habitantes en el continente. Al gobierno le salía demasiado caro mantener un servicio regular de ferries y asistencia médica de emergencia por tan poca gente.

El último rey de Tory fue Patsy Dan Rodge, que murió en 2018. Tras su muerte no se ha nombrado a un sucesor. Es posible llegar a Tory Island en ferry desde Magheraroarty, en el condado de Donegal.

Achzivland: refugio bohemio en la costa israelí

En 1971 el navegante israelí de origen persa Eli Avivi fundó la “micronación hippie de Achzivland” en un resort abandonado en la costa norte de Israel que él mismo había defendido de las topadoras enviadas por el gobierno.

Se volvió un imán para los hippies en la era post-Woodstock y también para algunos artistas de renombre internacional como Sophia Loren y Paul Newmann. Tenía tanto carisma que el gobierno israelí acordó cederle la tierra por un plazo de 99 años.

A seguido, Avivi procedió a adoptar un himno y sellar los pasaportes de los visitantes que no paraban de llegar, y a los que alojaba en un hostel y un camping. Eli Ávivi murió en 2018 a los 88 años, y aunque su viuda continua con el sueño, es incierto el destino de la nación.

Principado de Seborga: le faltó el 08 firmado

Esta micronación italiana de 340 habitantes en la región de Liguria se reivindica como un principado independiente, con el jefe de su cooperativa agraria, Giorgio Carbone, rebautizado como Principe Giorgio I de Seborga, a quien le gusta hacerse llamar “Su Tremendidad”.

El argumento de los muchachos seborgenses es que Seborga fue en efecto un principado independiente hasta 1729, hasta que fue comprado por el rey Víctor Amadeo II de Cerdeña. El punto es que el reino de Cerdeña nunca registró oficialmente esa adquisición de tierras en actas oficiales, por lo que el territorio se encuentra en un limbo.

Más allá de los reclamos, con cierta base legal, muchos ven una simple maniobra publicitaria para atraer turistas al poblado, donde la gente sigue tributando y recibiendo servicios públicos del estado italiano.

Freedomland: bardo en altamar

Parece que en el Mar de China Meridional hay un archipiélago que desde hace un siglo es disputado por no menos de cinco naciones: China, Filipinas, Vietnam, Taiwán y Malasia. La mayoría de los arrecifes y atolones son sólo visibles durante la marea baja.

Eso no impidió que desde siempre, muchos aventureros y oportunistas intentaron crear naciones independientes en los atolones. El primero fue el Reino de la Humanidad, creado en 1878 por el capitán británico James Meads, cuya dinastía aguantó hasta que los japoneses los echaron a patadas voladoras en la Segunda Guerra Mundial.

Pero en 1956, otro corsario moderno probó su suerte. El millonario filipino Tomás Cloma arrió la bandera china izada en el islote de Itu Aba y la devolvió en la embajada china en Filipinas, provocando un incidente internacional, declarando formalmente el Territorio Libre de Freedomland.

Después de muchas idas y vueltas Cloma fue encarcelado en 1972 por el gobierno de Filipinas y las islas puestas bajo su control de facto.

Principado de Hutt River: una granja con una familia real

El Principado de Hutt River, que se creó en 1970, es la micronación más antigua de Australia, que se sitúa 517 km al norte de Perth. Su establecimiento fue anunciado por Leonard George Casley, cuando él y sus asociados proclamaron la secesión del estado de Australia Occidental.

Australia es un país con muchas micronaciones dentro de ella. La más antigua de ellas es el Principado de Hutt River, una enorme zona de granjas 517 km al norte de Perth y con una superficie de 75 km cuadrados.

En 1970, Leonard Casley declaró a su granja como un territorio independiente para protestar contra altísimos impuestos a la importación de trigo, y comenzó a emitir sellos postales y monedas propias. En 2020, su hijo, el nuevo príncipe, anunció que el principado sería disuelto para vender la tierra y pagar los impuestos acumulados de los últimos…. 50 años, unas 1.8 millones de libras esterlinas.

República de Kugelmugel

Kugelmugel (en alemán, esfera), es una micronación ubicada dentro del Prater, el parque tradicional de Viena. No me queda muy claro cómo una casa rodeado de alambrado puede ser un país, pero a esta altura del artículo ¿qué lograría sorprendernos?

Todo comenzó cuando el artista Edwin Lipburger y su hijo construyeron un atelier de madera de forma esférica en el pueblo austríaco de Katzeldorf, a lo que el municipio respondió amenazando con demolerlo porque las construcciones esféricas no estaban aprobadas.  

En respuesta, Lipburger declaró a su casa una república independiente y se negó a pagar impuestos. Lo primero que hizo fue emitir sellos postales. Históricamente, lo primero que hicieron las naciones para que otras las reconozcan como soberanas, no fue organizar un desfile militar ni una conferencia, sino emitir estampillas.

Lipburger fue encarcelado por emitir sellos postales en 1971, pero recibió luego un perdón oficial y, bajo sugerencia del ministro de cultura, la casa fue relocalizada en el Prater de Viena, donde todavía existe y es utilizada para exhibiciones y eventos.

Gay and Lesbian Kingdom of the Coral Sea Islands

Una de las micronaciones del mundo más extrañas que han existido es sin dudas esta. En 2003, los organizadores del Festival del Orgullo Gay y Lésbico de Brisbane, Australia, exigieron del gobierno compensación territorial y fundaron este reino, según el principio internacional de que los pueblos oprimidos tienen derecho a la autodeterminación.

Así, en junio de 2004, los activistas navegaron en un barco bautizado como Gayflower (en referencia al famoso Mayflower) e izaron la bandera gay en Cato Island, declarando a las islas del Coral un territorio gay independiente y al campamento en esa isla, su capital.

El reino se disolvió recién en 2017 cuando Australia legalizó el matrimonio homosexual.

No sé ustedes. Yo después después de escribir este post, ya estoy pensando en declarar nación independiente a mi biblioteca. Emitir sellos postales, ya me conocen, es algo que no me va a costar. ¿Conocían estas micronaciones del mundo? ¿Visitaron alguna? ¡Espero sus comentarios!