Siria es, lejos, mi destino favorito de Medio Oriente y un país árabe tradicional, a una galaxia de distancia de destinos como Egipto o Marruecos. Al punto que cuando crucé la frontera hacia Jordania se me cayó una lágrima.

Con la Guerra Civil extinguida, desde 2018, el gobierno ha reinstaurado las visas de turismo, sólo para quienes contraten un tour, lamentablemente.

Siria ostenta una calidad de patrimonio histórico que deja sin palabras. Desde castillos cruzados como Crac de los Caballeros hasta las remotas ruinas de Palmira, y desde el puerto de Tartous hasta la cosmopolita Aleppo, pasando por las Ciudadelas Muertas bizantinas cerca de Idlib y aldeas que aún hablan arameo, Siria es un destino de aventuras par excellence.

En mi guía de Consejos para viajar a Siria (2023) encontrás toda la información necesaria para tu viaje.

Mi libro sobre Siria

Vagabundeando en el Eje del Mal – Un viaje a dedo por Irak, Irán y Afganistán, que va por su 9º edición y fue reseñado por The New York Times, retrata mi viaje en autostop por la Siria profunda, alojándome con mercaderes del bazar, universitarios o beduinos del desierto por igual, para documentar la vida cotidiana de una región estereotipada por los medios.

Lo básico para viajar a Siria

Más info para tu viaje a Siria

  Siria: 3 imprescindibles

Damasco, la capital, es la ciudad habitada más antigua del mundo, y su Gran Mezquita Omeya, del año 705, alberga las tumbas de San Juan Bautista y Saladino.

Alepo, la gran ciudad del norte ha renacido de sus escombros tras su liberación en 2016, como lo hizo desde tiempos bíblicas, y tiene un bazar ecléctico, una ciudadela amurallada, y una dinámica población universitaria.         

Palmira, impresionantes ruinas de la época romana que sobrevivieron al vandalismo del ISIS, en medio al desierto y rodeadas por un oasis.

Lee mi ruta completa por Siria de 15 días

  Siria desconocida

Las Ciudades Muertas bizantinas, en la provincia de Idlib, recibían escasas visitas incluso en tiempos de paz, a pesar de ser patrimonio UNESCO. Cuando la zona abra deberías visitarlas. Sus ruinas son un testimonio de la vida rural en la Antigüedad tardía. Puedes caminar entre olivares milenarios, templos paganos y tumbas bizantinas, bajo un atardecer alucinante.

  Siria para mochileros

Siria siempre dispensó una hospitalidad legendaria. Cuando se podía viajar por libre, la gente se disputaban la chance de alojarme, y cada día era invitado a cenar sobre la alfombra con familias locales.

Fui alojado por universitarios en Alepo, por beduinos en sus tiendas, y en ninguna aldea kurda entre Hasakeh y la triple frontera sirio-turco-iraquí faltaron maestros de inglés interesados en practicar a cambio de alojamiento.