Aprender el idioma del país al que vas a viajar es una de las estrategias más importantes si uno quiere vivir experiencias de intercambio social significativas. En otras palabras, quieres enterarte de lo que pasa a tu lado.
En una época en que delegamos la resolución de problemas a nuestros teléfonos y andamos por el mundo con cinco apps, ser autosuficiente puede parecer vintage.
Usamos los mapas del teléfono para orientarnos, los traductores online para entablar diálogos, conversores de divisas para no ser estafados. Pero todo lo que delegamos nos perdemos de aprenderlo. No por nada, mis héroes viajeros no son alegres youtubers haciendo bunjie-jumping con una GoPro, sino exploradores victorianos como Sir Richard Burton que dominaban 29 idiomas.
Los viajeros que subestiman este punto suelen cometer dos errores: El primero es asumir que se puede viajar por el mundo al estilo ¨dígalo con mímica”. El segundo, no menos fatal, es pensar que alcanza con decir hola, gracias y adiós en el idioma local y el resto fluye.
Tampoco es cierto que hablar inglés te abre todas las puertas y reemplaza el conocimiento de la lengua local. De hecho, acabo de regresar de cuatro meses por Asia Central y, de no haberme tomado la molestia de aprender ruso antes del mismo, no hubiera podido hablar más que con los recepcionistas de los hoteles, y con suerte.
Fuera de las capitales y sitios turísticos, la cantidad de gente que habla inglése diluye. Ni hablar si como yo realizas viajes de aventura y hacés autostop. Sería naive esperar que los camioneros, en Siria, Portugal, Francia o Argentina hablen inglés, o que lo hagan los pobladores de aldeas pequeñas dedicadas a la agricultura (otra vez, mi viaje a dedo por Champagne, Francia a inicios de 2022, lo confirmó).
Justamente por eso regresé con la idea de aprender un poco más de francés y, buscando opciones que sean dinámicas, me encontré con Lingopie
Aprender idiomas para viajar con Lingopie: ¿qué ventajas ofrece?
Lingopie es una plataforma que te permite aprender idiomas mirando capítulos enteros de series y películas. Tiene una interfaz atractiva e interactiva que nos recuerda a Netflix. Por el momento, para los hispanohablantes, es posible aprender inglés, francés y portugués.
¿Y cuál es la ventaja de aprender un idioma mirando una serie que te gusta? Que a diferencia de seguir un método abstracto basado en libros de texto y reglas gramaticales, aprendes dentro de un contexto. A esto, los lingüistas y pedagogos lo denominan aprendizaje significativo.
Cuando aprendo un idioma viajando, y voy anotando las frases y palabras nuevas, también realizo un aprendizaje significativo, porque el vocabulario se va asociando a personas conocidas, a situaciones en que entender esa palabra era la llave para entender una situación. Y es lo mismo con una serie o película.
Una vez en la plataforma, lo primero es elegir una serie que te apetezca. La primera funcionalidad de Lingopie, por sobre lo que sería simplemente mirar una serie cualquiera en Netflix, es que la peli tiene audio en idioma original y subtítulos dobles, tanto en la lengua original (en este caso, francés) como en castellano.
En mi caso, la idea de aprender francés mirando películas francesas me pareció original y me enganché con Bienvenue chez nous, sobre el shock cultural de un español que se muda a Suiza por amor.
Funcionalidades de la plataforma Lingopie para aprender idiomas
Esta plataforma para aprender idiomas mirando películas o series, tiene varias funciones que me han parecido muy oportunas y sumamente interactivas.
Por empezar, además de los subtítulos, el guión se va transcribiendo al costado en una caja donde puedes detenerte ante la frase que quieras repasar y darle clic al ícono de micrófono para escucharla nuevamente, y en dos velocidades distintas.
Tiene, y esto es genial, un diccionario de videos, donde puedes buscar una palabra y el buscador interno de Lingopie te arrojará como resultado todos los videos que contengan esa palabra para escucharla en un contexto real.
Lingopie, además, dispone de un amplio catálogo, que incluye series, documentales, películas de época, videoblogs de viajes y audiolibros.
Otra funcionalidad que me pareció interesante son los foros y la comunidad, porque funciona a modo de un verdadero soporte, donde podés consultar dudas con profesores de la plataforma o enterarte de webinars gratuitos para miembros.
Si quisieras profundizar o complementar este método tan didáctico con clase personalizadas, la plataforma dispone de ellas (vas a ver esta opción en la barra lateral).
No te olvides: aprender el idioma local del país en que viajas te separa del turismo pasivo y te permite conocer más sobre las personas que cruzas en tu camino. (Si tu camino son los viajes intrépidos, por cierto, deberías echar una ojeada a mi Masterclass sobre Diseño de Itinerarios Alternativos)
Es, demás, una seña de respeto cultural que cambia dramáticamente la manera en que somos mirados por los locales, porque, incluso antes de comunicar cualquier cosa sobre nosotros, ya estamos dando señales de humildad, de habernos tomado el trabajo de aprender el idioma local.
No se trata sólo de una cuestión práctica, como consultar el precio de una habitación o pedir un descuento, sino que te va a permitir entender los grandes universos que pueden habitar en pequeñas situaciones. Eso lo aprendí el día que, en medio del desierto del Sahara, un beduino me preguntó si en Argentina también había estrellas.
Yo no había aprendido árabe en una academia, sino que había logrado dominar unas 100 o 150 palabras a medida que viajaba, Algo tan sencillo como haber entendido la palabra estrella me permitió tener una perspectiva única sobre la cultura del desierto y, en este caso, sobre cómo las arenas del desierto pueden tener a raya a la globalización.
Con plataformas tan entretenidas e intuitivas como Lingopie ya no hay excusa para seguir a puras señas, Animate a probarla y, si ya la conoces, ¡cuéntanos tu experiencia en los comentarios!