Cuando llegó la invitación para el último blogtrip a La Rioja no pude dejar de sonreír. El avistaje de cóndores en la Quebrada de los Cóndores fue el primer punto del itinerario en ser revelado. Me puse contento, pero lo que siguió mi interesó aún más. El lema con que esa provincia argentina quería mostrarse era “un regreso a los orígenes”. Imaginé –y luego comprobé- que se referían a las paredes rojizas del Talampaya y sus fósiles prehistóricos.
En mi corazón, sin embargo, me preparaba para un reencuentro con otros orígenes. Los orígenes para mí no son sólo una cuestión de tiempo, sino una actitud que nos desviste de las costras que no necesitamos. No se puede ser viajero sin recuperar esos otros orígenes: la libertad, la esencialidad y la serenidad. El reciente viaje a La Rioja, provincia muchas veces pasada por alto, me puso cara a cara con los tres…
Muchas veces recibo al correo pedidos de consejos para gente que está saliendo por primera vez de viaje. Me consultan por marcas de mochila o el presupuesto más adecuado para tal o cual país. Y yo por no quedar muy Señor Miyagi respondo a esas dudas concretas y me callo lo que para mí es lo principal: sin esos tres orígenes no hay viaje que prospere. La libertad es el principal de ellos, y el cóndor es su mejor metáfora.
¿Pero se puede hacer avistaje de cóndores en La Rioja? Tengo que admitir que desconocía por completo la existencia de la Reserva Natural Quebrada del Cóndor. Los cinco bloggers del La Rioja BT nos preguntábamos de hecho si el lugar no sería puro mito mientras la oscuridad envolvía la combi que nos traía desde el aeropuerto de La Rioja. Los cóndores no aparecían por ningún lado.
Viajamos casi 200 km hacia el sur desde La Rioja capital y llegamos al Departamento Angel Vicente Peñaloza. El asfalto nos saludó con un pañuelito blanco en Tama, donde tomamos el desvío de ripio a Pacatala. Desde allí empezamos a seguir distintos caminos rurales, trepando la Sierra de los Quinteros hasta los 1.010 msnm. Noté, con agrado, que nuestro chofer estaba perdido.
Eso significaba que no era un lugar de paso, y que la naturaleza que nos aguardaba tenía otras prioridades que la correcta señalización vial. Hay lugares que hay que merecerlos.
Con lo cansados que estábamos fue un alivio ver que nos esperaban en el hotel Posta Los Cóndores. Era uno de esos rústicos hospedajes rurales aislados de todo, adornados con ruedas de carreta, arados, adobe y mucha piedra. En nuestra habitación chisporroteaba un hogar con brazas encendidas. En el salón comedor, un estante con libros en inglés nos avisa que el turismo internacional ya está enterado de este paraíso y no le molesta para nada la falta de wifio señal de celular: la conexión que se ofrece es de otra clase. Ese contacto sucedió a la mañana siguiente.
La combi nos dejó en un sendero por el que caminamos media hora. Hay que tener buen calzado por las piedras y espinas de molles y cactus gigantes, pero se trata de un terreno nivelado de muy baja dificultad apto para todas las edades.
La Quebrada del Cóndor es un cañón de varios cientos de metros de profundidad, en cuyo fondo meneaba el río Los Chocallos. Allí nos colocamos, justo al borde del precipicio insondable. En las paredes verticales los cóndores tenían sus apostaderos y nidos. Es decir, estábamos más altos que sus nidos, y los veíamos ascender en espirales desde abajo, a veces de a uno, a veces en grupos. La calidad del avistamiento era excepcional, uno de los pocos sitios del mundo donde el humano puede situarse a menos de 10 metros de distancia. Por instinto tomé mi cámara…
El espectáculo arranca de pronto y a toda orquesta. No hubo tiempo para preámbulos ni explicaciones, tres cóndores pasaron volando rasantes no muy lejos de nuestras cabezas. No lo podíamos creer.También por instinto, se me piantó una lágrima como si en el fondo el cóndor y yo hubiéramos sido viejos conocidos, como si algo tuviera en común conmigo y con todos los viajeros.
Quiero compartir las imágenes que tomé sin muchas palabras, porque en silencio me quedé, acurrucado junto a Lau al borde del cañón rocoso, mirando el cielo y nada más.
Los cóndores llegan a tener una envergadura de 3 metros y son la segunda ave voladora más grande del mundo, después del albatros errante (3,50 mts). Eran, hasta hace poco, perseguidos por los puesteros y lugareños, la mayoría criadores de cabritos. Existe el mito rural de que los cóndores se alimentan de los cabritos recién nacidos, y algunos dicen incluso que los han avisto llevarse uno entre sus garras. El problema es que los cóndores no tienen garras para cazar ni pico como las águilas cazadoras. Son aves carroñeras que se alimentan de infortunados roedores o los desperdicios de algún puma. La situación me recordó a las águilas coronadas de la Provincia de La Pampa y los valientes voluntarios que concientizan sobre su preservación. Aquí en La Rioja, los puesteros que antes disparaban al cielo ahora guían a los turistas que apuntan con sus teleobjetivos. Todos felices.
Si estás pensando en viajar por Argentina y te gusta el avistamiento de aves, te dejé en el enlace el blog de mi colega Walter Che Toba, quien anda por estos días editando un libro de figuritas de aves para niños y viaja buscando nuevas especies.
Alojamiento
Posta Los Cóndores, en el paraje Santa Cruz, 22 km al sur de Pacatala. Ellos organizan excursiones a las dos condoreras y tienen opciones de trekking, rappel y tirolesa con previo aviso. Ir con reserva previa.
Opción mochilera
No hay hostels ni campings. Sólo se me ocurre la opción de alquilar un auto por el día o engancharse con algún turista motorizado. Los viajeros independientes pueden contratar la excursión a la condorera desde la posada.
Juan Pablo Villarino
Desde el 1 de mayo de 2005 recorro el mundo como mochilero para documentar la hospitalidad y la vida cotidiana de los destinos más insólitos a través de mis crónicas. Escribo libros de viaJe para contribuir a la revolución nómada.
14 comentarios de “LA QUEBRADA DE LOS CÓNDORES EN LA RIOJA: METÁFORA DE LA LIBERTAD”
Sol dice:
Hola!! hermoso lugar.. te hago una consulta, en Enero es muy caluroso para ir?
Mi lugar en el mundo! La considera que mencionas está por las Higueras en la Quebrada del viento. En Santa Cruz está la posada con los hermanos De la Vega José y Juan inmejorables anfitriones. Ahí hay otro condorera en la altura. No puedo imaginar una experiencia más enriquecedora para el Alma!
jajaj Tal cual, yo tampoco lo hubiera hecho si no me hubieran invitado! Pero para el que tenga el dinero, que ni lo dude! Abrazo, gracias por comentar!
¡Que buen relato!…que emocionante tener esos cóndores volando tan cerca tuyo…y con semejante paisaje a tus pies…esas cosas no se olvidan nunca,son muy afortunados en haber estado ahí…
Los cóndores son geniales, su envergadura, su despegue al volar, su vuelo en térmicas, y muchas otras cosas. Tengo entendido sin embargo que a pesar de no tener garras y ser carroñeros, los cóndores en ciertas ocasiones asustan a sus pequeñas presas con su vuelo para hacerlos caer por los riscos y finalmente lograr su cometido. Pero es algo que me contaron alguna vez, es cuestión de averiguar si fehacientemente es así! Abrazo!
Hola a todos. La Rioja es una provincia increíble, no hay que dejar de conocerla, es un lugar para volver siempre, ya sea para seguir descubriendo o para seguir disfrutando lo que ya se conoce. Les recomiendo Chilecito y Famatina, no solo por lo hermoso del lugar, sinó tb por su gente.
Me alegro que te haya gustado! Desde ahora, me declaro embajador de los cóndores riojanos, jaja Todo argentino debería ir una vez en la vida a ese sitio. Bueno, mejor no todos, sino va a terminar como Cataratas del Iguazú, un subte en medio a la naturaleza. Por suerte, no llega cualquiera, hay que caminar y no hay muchas comodidades cercanas! Un abrazo!
Para tu tranquilidad te cuento que todo sigue mas o menos como en ese entonces… por suerte todavia no hay subte y no ha llegado el turismo en masa a este hermoso lugar en mi provincia!!!! 😀
Pablo: gracias! nunca antes había aparecido en mi mapa de ruta la provincia de La Rioja. Hoy, gracias a vos, le hago una marca grandota y empiezo a buscar compinche de viaje. Ir a espiar un ratito a los cóndores debe ser alucinante, tanto como me lo hiciste llegar desde tu relato. Ya es un buen viaje, evidentemente, así que les deseo más y más aventuras!
Hola!! hermoso lugar.. te hago una consulta, en Enero es muy caluroso para ir?
Es bastante caluroso para ser sincero, pero se soporta.
Mi lugar en el mundo! La considera que mencionas está por las Higueras en la Quebrada del viento. En Santa Cruz está la posada con los hermanos De la Vega José y Juan inmejorables anfitriones. Ahí hay otro condorera en la altura. No puedo imaginar una experiencia más enriquecedora para el Alma!
BUENAS TARDES. ALGUIEN TIENE EL CONTACTO COMO PARA REALIZAR LA EXCURSION A LA QUEBRADA?
Si, tenés que contactar a Posada Los Condores, el link está en el artículo!
Ta medio caro para mi presupuesto pero pah, si ya me dio ganas de lagrimear mirando el video… ¡Qué hermosura!
jajaj Tal cual, yo tampoco lo hubiera hecho si no me hubieran invitado! Pero para el que tenga el dinero, que ni lo dude! Abrazo, gracias por comentar!
¡Que buen relato!…que emocionante tener esos cóndores volando tan cerca tuyo…y con semejante paisaje a tus pies…esas cosas no se olvidan nunca,son muy afortunados en haber estado ahí…
Gracias por sus comenarios:
RT: Chilecito se viene en el próximo post, con lindas imágenes del Cablecarril y hasta una reseña de una cerveza artesanal.. 🙂
Anónimo: también me contaron eso, pero dicen que es mito. Igual, hay más cabritos que cóndores y no está mal que se morfen algunos.
Buenos caminos!!
Los cóndores son geniales, su envergadura, su despegue al volar, su vuelo en térmicas, y muchas otras cosas.
Tengo entendido sin embargo que a pesar de no tener garras y ser carroñeros, los cóndores en ciertas ocasiones asustan a sus pequeñas presas con su vuelo para hacerlos caer por los riscos y finalmente lograr su cometido.
Pero es algo que me contaron alguna vez, es cuestión de averiguar si fehacientemente es así!
Abrazo!
Hola a todos. La Rioja es una provincia increíble, no hay que dejar de conocerla, es un lugar para volver siempre, ya sea para seguir descubriendo o para seguir disfrutando lo que ya se conoce. Les recomiendo Chilecito y Famatina, no solo por lo hermoso del lugar, sinó tb por su gente.
Me alegro que te haya gustado! Desde ahora, me declaro embajador de los cóndores riojanos, jaja Todo argentino debería ir una vez en la vida a ese sitio. Bueno, mejor no todos, sino va a terminar como Cataratas del Iguazú, un subte en medio a la naturaleza. Por suerte, no llega cualquiera, hay que caminar y no hay muchas comodidades cercanas! Un abrazo!
Para tu tranquilidad te cuento que todo sigue mas o menos como en ese entonces… por suerte todavia no hay subte y no ha llegado el turismo en masa a este hermoso lugar en mi provincia!!!! 😀
Pablo: gracias! nunca antes había aparecido en mi mapa de ruta la provincia de La Rioja. Hoy, gracias a vos, le hago una marca grandota y empiezo a buscar compinche de viaje. Ir a espiar un ratito a los cóndores debe ser alucinante, tanto como me lo hiciste llegar desde tu relato. Ya es un buen viaje, evidentemente, así que les deseo más y más aventuras!