LA FELICIDAD SOLO ES REAL CUANDO ES COMPARTIDA (O TRES AÑOS CON LAURA)

¿Pero quién te va a seguir el ritmo con una vida así? – fue una pregunta que todos parecían gozar al hacerme. ¿Qué seguridad le podés dar a una dama? -insistían. Porque claro, una chica necesita otras cosas…. ¿Carteras, salidas al cine con pochoclos, ladrillos, hipotecas?  ¿En serio que todas juntas? No, no todas, claro que no. También está la cepa viajera, de alma libre, pies descalzos y mentes como jardines salvajes. Alguna vez -hace mucho- la bauticé desde la ausencia: princesa vagabunda, pero recién hace 3 años la encontré. Hoy, hace 3 años de que Laura y yo estamos juntos. Hemos recorrido juntos miles de kilómetros desde aquel primer beso en los Valles Calchaquíes y nuestros dedos no dejan de dibujar garabatos -futuras travesías- sobre el planisferio. Tenía razón McCandless al final, cuando en su magic bus se dió cuenta (tarde, pero se dio cuenta) que la felicidad sólo es real cuando es compartida.
 
 
Después de viajar solo durante muchos años, por suerte no necesité aislarme del mundo para darme cuenta que había un espacio vacío a mi lado. Y que el mundo podía compartirse como un trozo de pan casero en una plaza catamarqueña, al menos con una niña viajera atenta al horizonte. Por eso hoy quería compartir con todos ustedes, que siempre nos bancaron, algunas fotografías de este amor rodante, pero más que nada regalarle a mi Nena Viajera  esta poesía -que ella todavía no vio- (avísenle, avísenle que tiene un regalo en internet!!)  como pequeño obsequio de aniversario. Normalmente el Juan de carne y hueso le esconde ciertas cosas al Juan «blogger», pero hoy no es el caso. Abrimos todas las puertas. Compartimos lo que pasa por nuestros corazones…
 

CUANDO PIERDAS LA CUENTA DE TUS PASOS

 

Quiero arrullar tus ojos cerrados
Donde la espuma y el aroma a coco,
Donde las lunas acostadas en las playas
Encastren con tu pose tibia y desnuda.
de amaneceres enmarañados en tu pelo,
De niña descansando mundos de frambuesa.
Voy a amasarte
Con el permiso de tu pulso,
Hasta la forma perfecta del suspiro,
izar estrellas en tus noches calmas
como bengalas hacia el centro del encuentro.
Descuidarás la razón
y una niña laosiana reinventará tu sonrisa
entre Budas y arrozales.
Danzarás cordilleras,
encumbrarás templos con tu aliento
para descalzarte de viejas Lauras,
De ciudades podridas, rutinas, juramentos…
Aún cuando pierdas la cuenta de tus pasos,
Mareada de Indonesias y Mongolias,
Sentirás un beso alado en la nuca,
Una roce de fuego en el ombligo del momento,
Es el  centro de la rueda que no gira,
El amor: el sobreviviente del tiempo.


                          Y también con mucho frío… (el día en que llegamos a Antártida)

Hoy estamos más felices que nunca, escribiendo un nuevo libro sobre el viaje de 15 meses desde Antártida hasta las Guyanas, cruzando todo Sudamérica a dedo. Será un libro compartido, escrito desde dos sensibilidades distintas, sobre la misma intensa aventura sudamericana. Será lo más parecido a un hijo y estará listo (esperamos) en julio, para sumarse a Vagabundeando en el Eje del Mal. Luego vendrán nuevos horizontes y desafíos, cada vez más lejos de casa, hacia tierras inciertas. Lo que nunca cambiará, lo que nos acompañará (además de ustedes) será lo que celebro con esta poesía… 
 
A todos ustedes, pero sobre todo a mi nena viajera, ¡gracias por ser parte de mi vida!


                          Recorriendo el Eje Cafatero colombiano en el techo de una chiva.

 

                                           Banquinas compartidas….


                               Con tortugas marinas en la Guyana Francesa….


Así que ya saben… si esa compañera ideal para compartir la ruta, la vida, no aparece, no dejen de caminar con fe en el horizonte. Y si son viajeros de corazón, busquen un alma gemela viajera. Como siempre digo, todo sucede por una razón, el universo cuidará de tí. Y seguramente, ese encuentro está ya tejido en un punto incognoscible del futuro. Pero para acceder a esos casilleros futuros, no queda más que caminar hasta hacerlos presentes, con coherencia amor y libertad. 

10 comentarios de “LA FELICIDAD SOLO ES REAL CUANDO ES COMPARTIDA (O TRES AÑOS CON LAURA)

  1. Ma. Julieta Quipildor dice:

    Cuando leí que se habían conocido en el lugar que me inspiro a elegir un estilo de vida diferente, estilo de vida que llena de muchas veces me lleno de dudas, me alegro muchísimo y fue el ultimo aliento que necesite para decidirme. besos. Julieta ♥

  2. Gabriel dice:

    Mucha buena vibra para los dos! Es bueno que compartas estas cosas aunque sean personales porque roban sonrisas y rompen estructuras predefinidas (por el diablo). Abrazo de esos que reciben en las despedidas en cada pueblo donde dejan su huella

  3. Sol (Umi) dice:

    Wow Juan, leer el relato y al final la poesía me puso la piel de gallina. Qué hermosa historia chicos. Qué lindo que se hayan encontrado. Y creo que no podía ser de otra manera, ¿verdad?

    Un abrazo enorme, para los dos. ¡Por mucha vida más juntos!

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