Caminaba por las calles de Rosario con el compañero Antonio Chakra y sabía que no caminaba al azar: Antonio siempre sabe lo que está pasando. «Vamos a una acampada del grupo GIROS»- me explicó, y recordé que algunos días atrás había leído en internet que los vecinos del barrio Nuevo Alberdi Oeste se estaban manifestando contra el municipio, el que habría acordado con un consorcio privado la construcción de un barrio privado llamado «Palos Verdes» en los terrenos que ellos habitan desde hace más de 20 años. Es una zona periférica donde familias humildes subsisten gracias a pequeñas quintas y a la existencia de hornos de ladrillo (cada horno da trabajo a cinco familias). Vale decir, una zona poco conocida por la clase cogotuda que nuestra querida patria sojera favorece, y que aspira a construir sus casas de Barbie tan pronto como se hagan las obras que garanticen que no se van a inundar y que va a estar todo re tranqui y que vamos a poder usar nuestros i-phones.
La ira de los vecinos estalló cuando en el último plano de la ciudad presentado por el municipio, con una proyección para los próximos diez años, todos los terrenos donde actualmente viven aparecen pintados de azul con la referencia debajo, azul = barrios privados. Durante un año de negociaciones el municipio les había prometido que las obras de canalización que evitan que la zona sea inundable serían hechas en beneficio de los pobladores. Y ahora que parece que por fin la obra será hecha parece bastante obvio que es para construir un barrio privado.
La municipalidad ofrece $5 por metro cuadrado a los vecinos, un metro cuadrado que valdrà cien veces más cuando la zona sea declarada edificable. Uno se queda pensando en el derecho a la vivienda digna, sobretodo cuando se está tan cerca de un inmenso monumento a una bandera, donde arde un fuego cerca de un montón de ideales de piedra. Libertad, libertad, libertad, sólo en la piedra. En la práctica exclusión, elitismo, peatonales con wi-fi, aunque sea la miseria lo que circula de manera más inalámbrica por la ciudad.
Vecinos esperan con ansiedad el resultado de cinco horas de reunión con el municipio. El intendente finalmente dijo que era todo un error del dibujante del plano, pero se disculpó por no poder garantizarles a los vecinos que la municipalidad comprará las tierras donde vive a los propietarios privados.

Como siempre, los niños tienen su lugar en toda carpa de protesta. No sólo se les sirvió el chocolate caliente, sino que se pasaron toda la tarde pintando con los làpices de colores. Según la nena de rojo, que se llama Romina, quien escribe pinta muy mal, porque hace grandes redondeles verdes para evitar el tedio de pintar toda la copa de un árbol. Pero al menos coincidimos en el color favorito, para los dos el naranja. Y es fácil pasar caminando en nuestra misma ciudad y olvidarnos de todo lo que podemos tener en común con quienes pelean por sus derechos.
Que se puede decir Juan? Soy rosarino, y conozco estas realidades que planteas (a vos tambien, desde cerro colorado), y mas alla de tener alguna diferencia menor en alguna cuestiones que interpretas, estoy muy de acuerdo.
En Rosario esta el PSP (partido socialista popular) hace 20 años, y sin embargo es una ciudad totalmente inundada de conceptos de marketing urbano, branding etc, que demuestran que la verdadera busqueda de los dirigentes es la de «vender» la ciudad ante la opinion publica. Mientras pasa esto, los $ocialistas siguen dejando que los chicos sigan descalzos en pleno invierno en la calle.
Concluyendo, Rosario es Socialista con la clase media, media alta y alta, teniendo algunas politicas de democratizacion que la diferencia de otras ciudades, sin embargo, eso nunca se traslada a las clases que verdaderamente lo necesitan, y los trabajadores, amas de casa, estudiantes, etc. ya pagan el transporte público más caro del pais.
Hola !
Como siempre, que bueno tener una visión «no mediática» de la realidad de algunos lugares fisicamente lejanos (y no tanto). Alimento mis inquietudes con tus relatos.
buenos caminos
Madys
Muy buen blog, le pongo un enlace desde el mio, también de viajes.
Gracias por tus palabras. Me dan ánimo para seguir viajando e intentando reconstruir desde la palabra la realidad no abarcada por los discursos oficiales. Creo en qué ésta es una misión que los viajeros debemos tomar como propia.
Primera vez que te leo, y me parece muy actual y muy ameno.