En nuestra reciente ruta por los pueblos de la provincia de Buenos Aires pasamos por De la Canal, y creo que se merece un artículo en el blog.
Veníamos de visitar el Castillo de Egaña, a pocos kilómetros de Rauch y bajando hacia Tandil, y De la Canal se presentaba como un punto intermedio excelente, casi formando un circuito vertical a lo largo de ese eje que es la Ruta Provincial 30.
A continuación, te cuento todo. Si acabás de visitar De la Canal y tenés información fresca, cambios, novedades, te agradecería mucho que dejaras un comentario al final del blog. Toda la comunidad viajera te lo va a agradecer.
Si vas a salir a rutear por los pueblos de la provincia, no te pierdas mi artículo sobre el castillo de Egaña
Tabla de contenidos
Cómo llegar a De la Canal
Son 323 kilómetros desde Buenos Aires a De la Canal, bajando por la Ruta Nacional 3 hasta Las Flores y desde ahí cambiando a la mencionada RP30, en ese tramo asfaltada, pasando Rauch, y deteniéndonos unos 38 km antes de Tandil. Son 6 km desde el acceso en la RP30.
La otra opción es que, si visitaste el castillo de Egaña, podés ir “por adentro”, por el camino de tierra paralelo a las vías.
Te recomiendo complementar los mapas de tu teléfono con la última edición del “Atlas del Rutas”, que te muestra de forma mucho más clara la posición de pueblos y caminos de tierra.

¿Por qué visitar De La Canal?
De la Canal es un pueblo semiabandonado (70 habitantes) bastante atmosférico, hay que decirlo, alineado frente a la estación de trenes y con dos referencias históricas señalizadas.
Además, tiene un almacén de campo funcionante donde se puede hacer una pausa del ripio para disfrutar un vermouth o una picada.
Historia de De la Canal
De la Canal es hija del tren como su vecina Egaña, y fue fundada en 1891 cuando el estanciero Don Victorio De la Canal donó las tierras en donde se emplazaron la estación del Ferrocarril del Sud.
El pueblo llegó a tener unos 500 habitantes, peluquería, sastrería, hotel y dos frecuencias semanales del tren de carga a Buenos Aires, y tres del de pasajeros, además del mencionado almacén de ramos generales y su vieja panadería.
¿Qué ver en De la Canal?
Normalmente este tipo de parajes no tienen puntos focales de interés, más que sus casas de techos altos y ladrillo rojo, pero De la Canal es una excepción. Si venís bajando desde Rauch, en este orden, vas a encontrar:
Panadería De la Canal
Una antigua edificación de altísimos techos, completamente en ladrillo rojo a la vista, de la vieja guardia. Tiene la leyenda “Panadería De la Canal” pintada en el frontispicio y las puertas altas de dos hojas con molduras bastante conservadas.
Se dice que aquí en 1872, Tata Dios, un curandero local cuyo nombre real era Gerónimo Solané, culminó la famosa matanza de 36 personas iniciada en la vecina almacén, al grito de “¡Mueran los extranjeros y los masones!”.
Fue la mayor matanza motivada por xenofobia de la historia argentina, pero hoy día hay bastante consenso de que el asunto fue una deuda entre terratenientes y el pobre Solané el tatarabuelo de todos los “perejiles”.
Volviendo a la panadería, si espían en su interior aún es visible el horno de hierro fundido embutido en la pared. Funcionó hasta 1980.


Almacén Lasarte
El ícono de la resistencia. Un prolijo edificio decorado con viejos carteles de Goodyear y Gancia, el almacén Lasarte existe desde mediados del siglo XIX pero pasó a manos de los hermanos Lasarte alrededor del 1900.
Desde entonces es el centro de reunión de vecinos y un alto en el camino de los tamberos. Junto con la de Campodónico es una de las pulperías mejor conservadas de la provincia de Buenos Aires, y en ella se puede comprar desde boinas y clavos hasta vinos y fiambre, pasando por una correa de distribución para tractores, alpargatas y mangueras.
Según la época del año, preparan picadas.
Junto al almacén hay un par de viejos cacharros que pegan muy bien con el lugar y rubrican esa atmósfera de Ruta 66 que yo siempre le vi a los caminos rurales bonaerenses, por esa combinación de patrimonio automotor caído en desuso, oxidado con gracia y las grandes extensiones de llanura laboriosamente trabajada.
Vale la pena dar una vueltas por el pueblito, que tiene, además, una escuelita, un jardón de infantes, una parroquia, la estación de trenes y un par surtidores antiguos de YPF.



Fábrica de quesos La Juanita
Un par de kilómetros más adelante, siempre por el camino de tierra se encuentra la fábrica láctea La Juanita. Después de varios días en pueblos pequeños con cero ofertas gastronómicas no pudimos con el gen burgués y nos llevamos una horma de queso especiado, una de las tantas variedades que nos ofrecieron amablemente.

Si anduviste por De la Canal, o estas planeando tu visita, no te olvides de volver al blog para dejarnos un comentario, así lo mantenemos actualizado y más viajeros se benefician. ¡Buenos caminos!
Excelente descripción el sábado voy a ir a recorrer,dsd el castillo Egaña es muy lejos???
Me encanto el relato sobre este antiguo pueblo bonaerense. El fotógrafo Eduardo Longoni documentó el viejo Almacen Lasarte a través de una técnica conocida como papel salado (1839), cuna del sistema negativo-positivo !!
Hola, ayer pasé en bici viajando desde Tandil a Rauch. No ví el surtidor de nafta (ya no está), pero en la vereda empedrada del almacén hay una tapa de hierro con la leyenda «nafta» que seguramente servía para cargar el tanque subterráneo. El almacén es una reliquia imperdible, compré dos pastelitos (muy ricos), hay un pool, una salamandra y una oferta de productos que maravillan a cualquier visitante que llegue desde la ciudad. Un saludo, muy buena descripción…